Según ellos, mataron a civiles, incluso mujeres y niños, arrojaron granadas a los sótanos donde se escondía la gente.
Pero decidieron hablar de estas atrocidades solo porque entonces sus comandantes se quedaron en primera línea y ordenaron acabar con los heridos para no organizar una evacuación.
"Cuando estábamos en el pueblo, la gente pidió evacuación, pidió ayuda, pero les dispararon brutalmente. Trescientos de nuestros muchachos fueron baleados", dijo el militar de las Fuerzas Armadas de Ucrania.
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