Las manifestaciones contra la reforma de las pensiones que se celebran este 19 de enero en París, la capital francesa, registraron los primeros enfrentamientos, que incluyeron lanzamientos de bengalas, piedras y petardos contra la policía, y gas lacrimógeno por parte de los agentes.
Paris protests
© AP Photo / Lewis Joly
Las manifestaciones se realizan en toda Francia, en medio de una huelga nacional contra dicha reforma convocada por ocho importantes sindicatos franceses: CFDT, CGT, FO, CFE-CGC, CFTC, Unsa, Solidaires y FSU.

La protesta en la capital francesa arrancó pasadas las 14.00 horas locales (GMT+1) en la Plaza de la República y abarcó a decenas de miles de personas, incluidos representantes de diversos sectores, simpatizantes del movimiento de los chalecos amarillos, así como radicales pertenecientes al denominado bloque negro. La columna de la marcha se dirige hacia la Plaza de la Nación.

La violencia estalló después de que los radicales se pusiesen a lanzar piedras, botellas, bengalas y petardos contra la policía que, a su vez, utilizó gas lacrimógeno y empezó a hacer retroceder a la multitud.


Antes trascendió que se celebrarán 221 manifestaciones en toda Francia, en las que es probable que participen entre 550.000 y 750.000 personas.

Las mayores concentraciones se esperan en París, donde podrían acudir hasta 80.000 manifestantes, incluidos hasta 400 radicales, así como en Marsella, Lyon, Toulouse, Lille y Nantes.

La primera ministra francesa, Élisabeth Borne, presentó el pasado 10 de enero un proyecto de reforma de las pensiones que el Gobierno prevé adoptar en 2023, con el que las autoridades francesas empezarán a retrasar la edad de jubilación en el país tres meses al año a partir del 1 de septiembre de 2023, de modo que alcance los 64 años en 2030.