El histórico sismo que la semana pasada obligó a cerrar la planta nuclear North Anna, de Dominion Resources Inc, habría sido superior a la magnitud que el reactor fue diseñado para soportar, dijo el lunes el regulador nuclear.

La Comisión Reguladora Nuclear (NRC por su sigla en inglés) dijo que despachó un equipo adicional de inspectores a la planta de Virginia que la semana pasada se vio sacudida por un sismo de magnitud 5,8, luego de que una primera revisión reveló que el movimiento habría sido mayor al que la planta habría sido diseñada para resistir.

La planta North Anna no puede reabrirse hasta que el operador demuestre que no hubo "daños funcionales" en el equipo necesario para una operatividad segura, dijo el regulador.

"La empresa y la NRC seguirán evaluando cuidadosamente la información para determinar si fueran necesarias medidas adicionales", dijo el regulador en un comunicado.

La NRC ha estado revisando la capacidad de las plantas estadounidenses para enfrentar mayores desastres, tras la crisis en el complejo japonés de Fukushima.