Imagen
© Desconocido
A menos de una semana del paso del huracán Irene por tierras estadounidenses, otros fenómenos climáticos amenazan hoy con abatirse sobre la nación para aumentar la zozobra de la población.

Irene dejó cerca de 45 muertos y perdidas económicas que, aunque aun se cuantifican, algunos consideran son elevadas.

Solo en Nueva York el gobernador Andrew Cuomo calculó los daños en mil millones de dólares, mientras más al norte, en el estado vecino de Connecticut todavía el miércoles unas 300 mil viviendas permanecían si electricidad.

Los desastres naturales y otros efectos del cambio climático mantienen hoy preocupados a muchos estadounidenses, pues Nueva York y otros estados registraron anormalidades en el comportamiento de la naturaleza.

Así, luego de un julio en extremo caluroso con marcas de 40 grados centígrados, agosto llegó para la llamada Gran Manzana con record de precipitaciones.

Según el Servicio Meteorológico Nacional estadounidense el mes anterior fue el más lluvioso en la historia de la ciudad de los rascacielos superando a septiembre de 1882.

Por si fuera poco, los temores climáticos no terminan y ahora las miradas están puestas en el huracán "Katia", con vientos sostenidos de 120 kilómetros por hora, el cual puede llegar en algún momento de la semana próxima a territorio continental convertido en un fenómeno de gran intensidad.

El Centro Nacional de Huracanes estimó que el fin de semana se intensificará hasta categoría tres con vientos sobre los 178 kilómetros por hora, según los especialistas.

Asimismo la entidad observa con atención un sistema de bajas presiones cerca de las costas de Luisiana y Texas, el cual puede convertirse en otro ciclón que amenazaría los suministros de un 30 por ciento del petróleo y un 12 por ciento del gas de Estados Unidos.

Si llega a tormenta, se llamaría "Lee" y provocaría lluvias torrenciales e inundaciones costeras desde Florida hasta Texas, según las autoridades meteorológicas.

Como medida preventiva ya las empresas productoras de petróleo y gas del Golfo de México cerraron sus plataformas costa afuera y evacuaban a sus empleados a causa de alteraciones climáticas que podrían convertirse en una tormenta tropical en los próximos días.

Al parecer la Naturaleza esta dispuesta a mostrarles a los estadounidenses que lo del cambio climático va en serio, estiman comentaristas de la situación.