A los generales que me han acompañado en las últimas semanas:
hamas carta
Parece que mañana nos separaremos, pero les agradezco desde el fondo de mi corazón la extraordinaria humanidad mostrada hacia mi hija Emilia.

Ustedes eran como padres para ella, invitándola a sus habitaciones cuando ella lo deseaba. Ella reconoce sentir que todos ustedes son sus amigos, no sólo amigos, sino verdaderamente queridos y buenos.

Gracias, gracias, gracias por las muchas horas que dedicaron como cuidadores.

Gracias por ser paciente con ella y colmarla de dulces, frutas y todo lo disponible incluso cuando no lo era.

Los niños no deberían estar en cautiverio, pero gracias a usted y a otras personas amables que conocimos en el camino, mi hija se sintió como una reina en Gaza...

En general, reconoce sentirse el centro del mundo. No ha conocido a nadie en nuestro largo viaje, desde las bases hasta el liderazgo, que no la haya tratado con gentileza, afecto y amor.

Siempre seré prisionera de la gratitud porque ella no se fue de aquí con un trauma psicológico de por vida. Recordaré su amable comportamiento, otorgado aquí a pesar de la difícil situación que estaban afrontando y de las graves pérdidas que sufrieron aquí en Gaza. Ojalá en este mundo pudiéramos ser realmente buenos amigos.

Les deseo a todos salud y bienestar... Salud y amor para ustedes y los hijos de sus familias.

Muchas gracias.

Danyal y Emilia