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Las autoridades filipinas advirtieron hoy sobre una posible agudización de las condiciones para el millón de damnificados por el tifón Nesat, ante la proximidad de otro fenómeno de esas características.

Mientras los servicios de rescate se afanan en salvar a miles de personas que permanecen aisladas por las inundaciones, un nuevo organismo tropical se aproxima por el este del archipiélago con vientos de 130 kilómetros por hora.

Vastas áreas de la isla de Luzón continúan anegadas tras las copiosas lluvias dejadas por Nesat, el cual causó 43 muertos, cifra que podría aumentar en las próximas horas, pues 30 personas se mantienen desaparecidas.

El meteoro descargó sobre este país asiático el mayor volumen de precipitaciones registrado en un solo día en la actual temporada.

Los habitantes de numerosas villas se vieron obligados a trepar a los tejados de sus viviendas por el elevado nivel de las aguas.

Equipos de salvamento encabezados por el Ejército y la Policía utilizan decenas de balsas neumáticas para socorrer a quienes siguen atrapados en medio de las aguas.

Aunque Nesat abandonó el país hace dos días, en algunas áreas persisten las riadas, como resultado del desbordamiento de presas en Luzón.

Cada año Filipinas es azotada por entre 15 y 20 tifones durante la estación lluviosa, que habitualmente empieza en mayo y termina en noviembre.