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Una investigación se dedicó a examinar los efectos a la salud animal de alimentos genéticamente modificados, encontrando que el maíz producido por Monsanto afecta hígado, riñones, corazón y otros órganos.

El estudio, publicado en el International Journal of Biological Sciences, describe el análisis de tres variedades de maíz genéticamente modificado, cuyo consumo se encuentra aprobado en Estados Unidos y Europa.

Según el estudio, las variedades de maíz transgénico afectan la salud de los mamíferos cuando se incluyen en la dieta diaria; en este caso el maíz de Monsanto afectó distintos órganos en las ratas utilizadas para las investigación.

Monsanto se ha defendido de estas acusaciones con sus propios estudios e investigaciones, las que son criticadas por durar tan sólo 90 días, aprobando cualquiera de sus alimentos luego de ese período de tiempo si no provocan daños visibles en los sujetos de prueba.

Las semillas Mon 863, Mon 810 y NK603 causaron fallas en las funciones del hígado y los riñones de las ratas, órganos encargados del desecho de sustancias tóxicas. También afectaron el corazón, el bazo, las glándulas suprarrenales e incluso, células sanguíneas.

Los datos obtenidos sugieren fuertemente que las semillas mencionadas producen un maíz transgénico que induce un estado de toxicidad hepato-renal. Al no haber sido antes parte de la dieta humana o animal, sus consecuencias para la salud debido a su consumo diario, en particular por extensos períodos de tiempo, son aún desconocidos.