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Conceptos abstractos como ´el bien´ y ´el mal´ afectan a la percepción del mundo físico alrededor de la persona, según los científicos de la Universidad de Kansas (EE. UU.).

Un grupo de psicólogos estadounidenses pedían a los participantes de un estudio recordar sus experiencias buenas y malas, después los especialistas observaban cómo cambiaba su apreciación del mundo, tomando en cuenta sus descripciones del entorno.

A los que evocaban hechos buenos, la realidad les parecía más brillante. Por ejemplo, la cámara les parecía más clara, mientras que a los que recordaron sus experiencias negativas todo se convertía en más oscuro.

Además, cuando les ofrecieron objetos seleccionados al azar, las personas que recordaron sus hechos poco éticos preferían las cosas que producen luz, como linternas y velas. Según los expertos, esta elección está vinculada con el sentido de culpa que sufre la persona. "Así ella se siente en las tinieblas y por eso quiere liberarse de este resabio, agregando luz a su entorno".

"Hemos encontrado que el mal no sólo hace a las personas pensar en la oscuridad, sino también sentir y ver la realidad más oscura", comenta el coordinador del proyecto Promothesh Chatterjee.

El científico indica que las investigaciones anteriores señalaron que los individuos mentalmente conectan los conceptos abstractos con los concretos. Sin embargo, Chatterjee en su estudio ha dado un paso adelante, demostrando que esta conexión no es solamente lingüística, sino que influye en la percepción del mundo físico del individuo.

Los resultados del estudio serán publicados en la próxima edición de la revista Psychological Science.