Imagen
© ESA
El telescopio Herschel de la Agencia Espacial Europea (ESA) ha descubierto que un cinturón de polvo alrededor de la estrella joven Fomalhaut es el resultado de una "masacre" de comentas de hielo que chocan entre sí de forma continua.

Fomalhaut es una estrella joven, apenas unos pocos cientos de millones de años, y dos veces más masiva que el sol. Su cinturón de polvo fue descubierto en la década de los 80 por el satélite IRAS, pero ahora, Herschel ha logrado una imágenes mucho más detalladas (con infrarrojos).

El equipo que llevó a cabo las observaciones, ha explicado que en el cinturón de polvo se han registrado temperaturas de entre -230 y -170 ºC. En cuanto a la estrechez y la asimetría de la banda, los científicos creen que es debido a la gravedad de un posible planeta en órbita alrededor de la estrella, como sugieren otras imágenes captadas por el telescopio espacial Hubble.

Precisamente, gracias a Hubble se tenían datos acerca de las partículas de polvo y su tamaño. Sin embargo, en este caso, Herschel ha determinado que las partículas que forman el cinturón son diez veces más pequeñas de lo que la sonda había percibido. En este sentido, la ESA ha señalado que Hubble ha recogido datos de estas partículas a través de la luz de la propia estrella, lo que podría haber falseado datos.

Tanto los datos de las temperaturas, como los del tamaño de las partículas, sugieren a los investigadores que los granos de polvo son partículas liberadas por cometas del propio Sistema Solar. "Tienen las propiedades térmicas correctas y de dispersión", ha indicado uno de los autores del trabajo, Bram Acke, quien ha reconocido que esta 'solución' conduce a otro problema.

"Una luz tan brillante como la de Fomalhaut debería empujar a las pequeñas partículas de polvo fuera del cinturón con gran rapidez, sin embargo, estos granos parecen seguir siendo abundantes", ha indicado. De este modo, "la única manera de que pueda producirse lo que está ocurriendo en esa estrella es que se produzcan colisiones de manera continua entre los objetos".

Concretamente, para sostener el cinturón de Fomalhaut, la tasa de colisiones diarias debe ser "impresionante" ya que un cinturón de esas características "debe estar formado por entre 260.000 millones y tres billones de cometas", ha concluido Acke.