Desde el inicio de esta semana, soldados paraguayos participan de los ejercicios militares dirigidos por el Comando Sur de los Estados Unidos, en maniobras de supuesta defensa del Canal de Panamá. La participación paraguaya en un movimiento de tropas norte-americanas ocurre luego después del golpe de Estado en ese país sudamericano, fácilmente apoyado por Washington, contra el ex-Presidente Fernando Lugo. El entrenamiento de las tropas seguirá hasta el día 17 de agosto y cuenta con cerca de 600 militares.
"Robert Appin, del Comando Sur de los Estados Unidos afirmó que el enfoque de ejercicios es una reacción a un hipotético ataque terrorista que pretenda bloquear el tránsito de barcos en el Canal", afirma la nota del Movimiento por la Paz, la Soberanía y la Solidaridad entre Pueblos (MOPASSOL). Según la institución argentina, en Panamá hay 12 bases controladas por los EUA. Desde 2003, bajo la dirección del Comando Sur, se realizan los ejercicios militares conocidos como Panamax, que cuentan con la participación de militares de Chile, Panamá y Estados Unidos. Actualmente, sin embargo, un total de 17 países integran las maniobras y es considerado uno de los mayores movimientos de tropas del mundo.
Paraguay estuvo participando de las maniobras desde el 2006, pero se mantuvo alejado del 2009 al 2012, siendo nuevamente invitado después del golpe Estado que estableció el gobierno de facto del presidente Federico Franco.
Refiriéndose al ejercicio multinacional que usa la excusa de la lucha contra el terrorismo, el periodista cubano Miguel Lamas afirmó, hace dos años, que el verdadero proyecto de los ejercicios militares en América Latina son ensayos de una invasión.
"El aparato militar de los EUA apunta a la necesidad de ese país de busca condiciones militares suficientes para dominar, militarmente, a los demás países latinoamericanos. Ellos trabajan en los sectores de inteligencia y en el entrenamiento físico para mantener una fuerza capaz de intervenir, en el futuro, en cualquier país del continente. Este es el verdadero objetivo de todas y cada una de las maniobras y de los ejercicios militares que hacen, siempre con la complicidad abierta de varios países latino-americanos y de forma encubierta por otros."
Intercambio parlamentario
En el caso paraguayo y del Cono Sur, vale recordar que el gobierno de los EUA, hace años, insiste en la presencia de células terrorista en Ciudad del Este, en la zona denominada la 'Triple Frontera' (Brasil, Argentina y Paraguay). Un grupo de parlamentarios norte-americanos, al visitar esa ciudad paraguaya, esta semana, alegó que el propósito de la misión es el de "comprender mejor los desafíos del crimen transnacional que el Occidente enfrenta", según el porta-voz.
Paraguay mantiene fuertes lazos de cooperación técnica y militar con los EUA, siempre al servicio de ese país con el objetivo de bloquear la presencia de las repúblicas socialistas de Venezuela y demás integrantes de la UNASUR e del propio MERCOSUR, del cual formaba parte hasta haber sido suspendido después del golpe de Estado, renovando siempre su apoyo a la injerencia de norte-América en la región. El país abriga a una clase política de ultraderecha y conservadora que, en el día 22 de junio, perpetró un ataque a la democracia y al mandato del Presidente depuesto Fernando Lugo. Esa misma clase política, formada por partidos tradicionales y dependientes del capital extranjero, amplió los contactos con el Congreso norte-americano en las últimas semanas.
Maniobras brasileras
A lo largo de esta semana, el gobierno brasileño decidió enviar un contingente de unos 9.000 militares - equipados con helicópteros de combate, lanchas patrulleras, aviones de combate y blindados - a la Triple Frontera, en la Operación Ágata 5. El movimiento de tropas tendrá una duración de 30 días.
"Es una operación de frontera que tiene como objetivo, sobretodo, la represión del crimen", dijo el Ministro de Defensa, Celso Amorim. La Armada envió cerca de 30 embarcaciones a los ríos de la Cuenca del Plata, entre ellos tres buques de guerra y un buque hospital.
La Fuerza Aérea Brasilera (FAB) participa de la operación con los escuadrones de caza F5 y Super Tucano, además de aviones-radar y vehículos aéreos no tripulados. El ejército movilizó infantería Urutu y Cascavel de tres divisiones. Las tres Fuerzas usan además helicópteros Black Hawk y Pantera, para transporte de tropas y misiones de ataque.
La operación tendrá además el apoyo de 30 agencias gubernamentales, entre ellas la Policía Federal, que elevarán el efectivo toral a cerca de 10.000 hombres. El general Carlos Bolívar Goellner, comandante militar del Sur, dijo que el área crítica de patrullaje es entre las ciudades de Foz de Iguazu, en Paraná, y Corumbá, en Mato Grosso do Sul, donde se da la mayor incidencia de tráfico de tráfico de drogas y contrabando.
La orden de ejecución de la Operación Ágata 5 a Amorin partió de Dilma Rousseff.
- La acción tiene el objetivo de reforzar la presencia del Estado en la frontera con la Cuenca del Plata - dijo Goellner. Según él, las fronteras serán fuertemente guarnecidas y, como consecuencia, el tráfico de drogas y el contrabando deben ser "asfixiados".
Para Samuel Alves Soares, profesor de la Universidad Estatal Paulista (Unesp) y presidente de la Asociación Brasilera de Estudios de Defensa (Abed), la decisión de ampliar el número de hombres armados en la región de la frontera puede ser entendida como un mensaje de disposición a aumentar la fuerza brasilera.
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