energías limpias
© DesconocidoLas energías limpias pueden amenazar a la fauna autóctona
Energías eólica, fotovoltaica, hidráulica y biogás suelen aparecer reunidas bajo el término «energías ecológicas», a veces incluso se habla de «energías naturales». No obstante, la naturaleza sufre enormemente por culpa de estas nuevas tecnologías. Es cierto que reducen las emisiones de dióxido de carbono, que según los expertos es el principal causante del cambio climático, pero ocupan una extraordinaria cantidad de espacio. Para suministrar la misma energía que una central nuclear del tipo Biblis A, habría que construir 6.800 aerogeneradores. Muchos ecologistas están aterrados por las consecuencias del presente giro energético.

Bruce Robertson, ecologista del Departamento estadounidense de Energía de los Grandes Lagos, en Míchigan, ha realizado un estudio sobre la desaparición de comunidades enteras de insectos acuáticos que confunden la superficie de los paneles solares con la de una laguna, y no duda en afirmar que la pérdida potencial de esos insectos constituye el primer peldaño en el daño irreparable de toda la cadena alimenticia acuática. «Si disminuye la población de insectos acuáticos, las poblaciones de peces y otros organismos marinos sufrirán las consecuencias». Sin embargo, las asociaciones de protección del medio ambiente evitan el debate en torno a este dilema.

Aves despedazadas por los molinos

Un estudio de la Estación Biológica de Doñana (CSIC) calcula que los molinos matan en España 400 aves al año.En Alemania hablan de decenas de miles. Unos datos muy por encima de los estudios previos. Las especies más afectadas son las rapaces y los búhos. A los ecologistas les preocupa que entre las víctimas de las aspas se encuentren los escasos milanos reales o, como en Castellón, los buitres negros, ya amenazados.

Ballenas confundidas por la energía marina

Está previsto que en los mares Báltico y del Norte se instalen unos 1.800 aerogeneradores hasta el año 2020... para desgracia de las marsopas, la única especie de ballena que vive en aguas alemanas. Para fijar cada molino son necesarios cientos de golpes, que producen un ruido ensordecedor en el mar. Los biólogos afirman que esto daña el oído de los cetáceos, que pierden así la orientación.

Abejas cegadas por las placas solares

Los parques solares necesitan mucha superficie. Esto se traduce en una creciente reducción de los espacios naturales para los animales. Además, los enormes cimientos de hormigón de los paneles sellan los suelos, mientras que las abejas y otros insectos pierden la orientación por culpa de los espejos de las centrales. Se ha observado también que muchos pájaros los confunden con superficies de agua.

Truchas envenenadas por plantas de biogás

En las casi 7.000 plantas de biogás alemanas se producen al año entre 40 y 60 averías graves. En algunos casos, las fugas de sustrato de fermentación contaminan kilómetros y kilómetros de cauces fluviales, causando la muerte masiva de truchas y otros peces de agua dulce. Poblaciones enteras se pierden de esta manera. Los expertos exigen que se lleve un registro exhaustivo de este tipo de averías.

Liebres sin hogar por el maíz energético

La demanda de las instalaciones de biogás está produciendo un crecimiento a gran velocidad del cultivo de maíz. En 2010 eran ya 2,3 millones de hectáreas. Las liebres no pueden sobrevivir en estos gigantescos monocultivos. También se ven muy afectadas las alondras y otras aves típicas de los paisajes agrícolas. Los únicos beneficiados son los jabalíes, perfectamente capaces de vivir entre el maíz.