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Un estudio preliminar presentado en la 43ª Reunión Anual de la Sociedad Americana de Nefrología sugiere que la ingesta de zumo de granada tiene potenciales beneficios en pacientes con enfermedad renal en diálisis, ya que evita las complicaciones asociadas a esta patología. En concreto, las pruebas de laboratorio muestran que los pacientes que tomaron zumo de granada experimentaron una reducción en la inflamación y el daño del estrés oxidativo causado por los radicales libres.

Además, fueron menos propensos a ser hospitalizados debido a las infecciones y mostraron menos presencia de factores de riesgo cardiovascular como presión arterial, mejora del perfil lipídico y disminución de eventos cardiovasculares. La investigación, dirigida por Batya Kristal, de la Sociedad Americana de Nefrología (FASN), estudió a 101 pacientes en diálisis que recibieron zumo de granada u otra bebida placebo al comienzo de cada sesión de diálisis, tres veces por semana y durante un periodo de un año.

La granada posee 3 veces más antioxidantes que el té verde, o el vino tinto de reserva, y ha demostrado su eficacia en diferentes alteraciones como el cáncer de próstata, arterioesclerosis, hipertensión, menopausia y procesos inflamatorios. Además, reduce la tensión arterial, la glucosa y mejora la perfusión cardiaca un 50 por ciento, por lo que se está utilizando en pacientes afectados por infarto.