Obama romney
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Según el especialista estadounidense, Thomas H. Naylor, no existen diferencias entre el actual presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su rival, Mitt Romney, respecto a los graves problemas al que se enfrenta el país norteamericano.

El activista político y profesor de Universidad de Duke, situado en la ciudad de Durham en el estado de Carolina del Norte, aseguró que hay muy pocas diferencias entre los dos candidatos de las elecciones presidenciales de Estados Unidos.

"Hay pequeñas diferencias entre Obama y Romney sobre algunas de las cuestiones sociales. En los graves problemas como la política exterior, el control de Wall Street (Bolsa de Valores de Nueva York), el rendimiento de las grandes corporaciones, como así también, sobre el Gobierno y el Congreso estadounidense, no hay diferencia alguna", anunció Naylor en una entrevista concedida el miércoles a la cadena iraní PressTV.

Obama se presentó como un candidato que busca la paz, por lo que recibió el Premio Nobel de la Paz, anunció el profesor de universidad y agregó que "es un verdadero fraude" porque Obama "urge una lista de blancos en la que, él mismo tiene la autoridad para matar a cualquier persona, en cualquier lugar y en cualquier momento", sin tener que dar explicación alguna, sin el debido proceso. Esto es pura "ley de selva".

Romney tampoco tiene diferencia alguna en términos de política exterior, "ambos parecen ser igualmente hostil hacia Irán y luego en ámbitos de política interior, los grandes ganadores de dichas elecciones serán las grandes corporaciones, la Bolsa neoyorquina, los grandes bancos, las grandes empresas farmacéuticas y las grandes empresas de energía", según añadió Naylor.

Thomas H. Naylor, profesor emérito en la Universidad de Duke, tiene unos treinta años de experiencia en enseñanza, principalmente en ciencias de la administración y la economía.

Estados Unidos celebrará el próximo 6 de noviembre sus comicios presidenciales, que anteriormente fue objeto de diversas críticas, como la que emitió oportunamente la Comisión Global en Elecciones, Democracia y Seguridad, presidida por Kofi Annan, que lo calificó como un sistema electoral en el cual, los individuos ricos compran la influencia con la que se socava la confianza pública.