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Una nevada, la más importante desde 1987, paralizó hoy a la ciudad de París, donde se postergaron vuelos, el tránsito se detuvo, las autopistas estaban intransitables y se cerraron incluso lugares turísticos, como la Torre Eiffel. Los parisinos temen revivir el terrible enero de 2003, cuando centenares de automovilistas se vieron obligados a pasar la noche en las calles, debido a la nieve y al hielo.

Para reducir el caos las autoridades desplegaron en las calles de la capital 5.000 policías y gendarmes suplementarios, de los cuales 2.000 se encuentran en la región Ile-de-France. A causa de la nieve, el tráfico aéreo fue suspendido por la tarde durante una hora y media, en el aeropuerto de Roissy-Charles de Gaulle, para retomarlo lentamente horas más tarde.

En París la circulación de autobuses y vehículos pesados fue suspendida. Por motivos de seguridad, la Comuna cerró parques, jardines y el cementerio del Pere Lachaise. Seis departamentos del norte de Francia están en estado de alerta por la nieve, mientras en el sur las temperaturas subieron a 17 grados en Lyon y a 19 en Córcega, luego del frío intenso de los días pasados.

En tanto en Escocia, la temperatura llegó a 20 grados bajo cero, lo que paralizó a varias ciudades. Centenares de automovilistas quedaron bloqueados por la nieve y el hielo y muchos terminaron abandonando sus vehículos en las calles. Además se informó que la ola de frío que afecta al noreste de Europa causó otros 13 muertos en las últimas 24 horas en Polonia y República Checa