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El gobierno de Panamá prohibió hoy el tráfico aéreo, terrestre y acuático en la zona este de la capital del país afectada por la inundaciones, con la finalidad de evitar interferencias en los trabajos para atender a los 6.932 damnificados por las lluvias.

La resolución suscrita por el director del Sistema Nacional de Protección (Sinaproc), Arturo Alvarado, comprende los alrededores de la represa de Bayano, el distrito de Chepo y zona costeras en el Pacífico para facilitar el envío de ayuda humanitaria a los afectados.

Alvarado dijo que las autoridades panameñas ocupan el espacio aéreo para transportar asistencia humanitaria a las cerca de 40 comunidades afectadas por las inundaciones y los deslizamientos de tierra. El Sinaproc sostuvo que las restricciones en los desplazamientos por la zona de desastre buscan proteger la vida de sus pobladores, debido a la persistencia del mal tiempo y al vertimiento de agua de la represa de Bayano, que aumentó el caudal de los ríos.

Las lluvias torrenciales registradas la semana además provocaron 10 muertos, afectaron más de 1.500 casas, colapsaron carreteras, causaron daños en puentes y pérdidas de cultivos en las provincias panameñas de Colón y Darién.

Una de las zonas más golpeadas es la comarca indigena Emberá de Darién, situada en el sureste de la capital panameña, donde los damnificados suman 1.960 personas.

En la zona de Chepo más de 1.500 personas sufrieron la pérdida de sus hogares, debido a las inundaciones y el vertido de agua de la represa de Bayano, después de que superó su capacidad máxima de 63 metros.

El gobierno panameño continúan con la transportación de alimentos, agua potable, colchones, frazadas, artículos de higiene y otros artículos de primera necesidad para los damnificados que se encuentran en decenas de refugios temporales.