ciclo circadiano
© Clasificados- Biotec MéxicoUna lámpara con luz azul usada en plantas
Fuentes modernas de luz artificial que contienen longitudes de onda azules pueden ser particularmente perjudiciales para al ser humano, para su humor, y generar depresiones.

La luz azul altera el sistema circadiano, que repite en el cuerpo del ser humano cada 24 horas ciertos procesos fisiológicos, destaca el estudio publicado el 8 de agosto por la investigadora Tracy Bedrosian, graduada del programa de Neurociencia de la Universidad de Ohio.

"Nuestros resultados demuestran que la exposición a la luz artificial nocturna influye en el comportamiento y la plasticidad neuronal y que este efecto está probablemente mediado por las células intrínsecamente fotosensibles ganglionares de la retina (ipRGC)", destaca el informe publicado en la revista de Neurociencia.

En los mamíferos, la luz es también detectada por bastones y conos, que median la función visual, sin embargo son las células ipRGC, las que actúan como mediadoras de este efecto.

Estas células ganglionares de la retina ipRGC se extienden principalmente hacia el núcleo supraquiasmático (SCN) en el hipotálamo y de esa manera regulan los ritmos circadianos.

"La vida en la tierra es arrastrada a un ciclo solar de 24 horas que sincroniza los ritmos circadianos en con la fisiología y el comportamiento", destaca el estudio que también incluye a los investigadores, Celynn A. Vaughn, Anabel Galan Ghassan, Daye Zachary y Randy J. Nelson, todos del mismo equipo de Neurociencia.

Una evidencia reciente, demuestra que además de actuar en el ritmo circadiano, "las células ganglionares de la retina ipRGCs también se extienden hacia las regiones límbicas del cerebro, lo que sugiere que, a través de esta vía, la luz puede tener un papel en la cognición y el estado de ánimo", agrega el estudio.

"Por lo tanto, se deduce que la exposición a la luz artificial puede tener consecuencias negativas para el estado de ánimo o la conducta", concluye.

Trace Bedrosian destaca que actualmente hay una "exposición excesiva a la luz en la noche y en particular a las luces de longitud de onda azul".

El nuevo estudio aporta evidencias a la causa de una hipótesis previa que indicó que la exposición a la luz nocturna induce a respuestas depresivas y altera la estructura neuronal en los hámsteres (Phodopus Phodopus).

En los estudios actuales se observó que la luz roja no logra inducir los efectos de la luz azul y de las longitudes de onda más corta.

Alteración del ritmo circadiano, clave en enfermedades neuropsiquiátricas

El humor alterado, la depresión forman parte de las enfermedades que aumentan en la era moderna. El preciso ciclo circadiano del ser humano, si es alterado también altera al metabolismo interno y las fases del sueño. "La desincronización interna de los sistemas circadianos es un componente clave en las enfermedades neuropsiquiátricas", señala Bedrosian.

"Estoy interesado en la comprensión del papel de la interrupción circadiana en el estado de ánimo. Actualmente estoy estudiando perturbaciones circadianos tanto ambientales como innatas", destaca la investigadora en un comunicado.

"En primer lugar, la contaminación lumínica nocturna se ha convertido en omnipresente en el siglo pasado y se ha relacionado con un mayor riesgo de cáncer y otras enfermedades", señala la investigadora.

"Estoy investigando cómo la luz en la noche puede afectar los circuitos neuronales subyacentes afecto depresivo.

Bedrosian además observó que el sistema circadiano sufre cambios naturales durante el envejecimiento, que también tiene implicaciones para el estado de ánimo, lo cual afecta la ansiedad y puede generar comportamientos agresivos.

Otros estudios se centran en la falta de sueño y los efectos del fotoperíodo sobre el comportamiento y estado de ánimo relacionados con la agresión.

Con el nuevo estudio, los científicos ponen atención a la necesidad de frenar el aumento de la luz nocturna y en especial las que se detectaron más nocivas, las luces azules.