Las inundaciones que afectan a las provincias chinas de Heilongjiang, Jilin y Liaoning, todas situadas en el noreste del país, han causado por el momento 25 muertos, después de que ayer las autoridades provinciales informaran que han recuperado tres cuerpos más de personas que seguían desaparecidas.

Según informó la agencia oficial Xinhua, el mayor número de víctimas se registró el viernes en un complejo residencial de la localidad Hongshi, provincia de Jilin, cuando éste se inundó rápidamente y provocó el fallecimiento de 11 personas.

En Heilongjiang, la provincia fronteriza con Rusia, se han registrado 11 víctimas durante los últimos siete días y tres desaparecidos, con más de dos millones de personas afectadas y 140.000 reubicadas por temor a que sus viviendas queden sumergidas.

Las abundantes lluvias han aumentado peligrosamente el cabal de los tres principales ríos de la zona (el Amur, el Songhua y el Ussuri), que se han desbordado en algunas zonas y han provocado las peores inundaciones en décadas.

Las primeras estimaciones de las autoridades provinciales son de 2.500 casas derrumbadas y 12.500 gravemente dañadas, con unas pérdidas económicas de 7.130 millones de yuanes (1.150 millones de dólares, unos 875 millones de euros).

En la provincia de Liaoning, por otra parte, se han abierto las compuertas de 140 depósitos de agua tras acumular reservas por encima de los máximos permitidos y se han cortado carreteras y líneas de ferrocarril dañadas por el agua.

Las autoridades han enviado a más de 5.000 oficiales y soldados a las zonas afectadas con el objetivo de reubicar a los afectados, reforzar los diques de contención y detener fugas, según ha informado un portavoz del Ejército a la agencia Xinhua.