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En la madrugada del 24 de diciembre de 1858 cayó estrepitosamente sobre el municipio murciano de Molina de Segura un meteorito de unos 144 kilos de peso, el mayor caído en todo el territorio español hasta el día de hoy. El meteorito de Nochebuena que se fragmentó tras el impacto fue descripto por los habitantes de la zona como un magnífico globo de fuego de una 'brillantez extraordinaria y deslumbradora'.

Algunos años después, la reina Isabel II decidió donar el fragmento más grande al Museo Nacional de Ciencias Naturales, donde se conserva y exhibe hasta el día de hoy. Hace algunos días, con motivo del 150 aniversario del acontecimiento, la composición del meteorito de Nochebuena fue analizada y los investigadores que realizaron el trabajo afirman que se trata de un meteorito rocoso primitivo formado por pequeñas partículas que provienen de la solidificación de polvo y gas de la nebulosa solar que dio origen al Sistema Solar y al planeta Tierra.

Además de las características mineralógicas y geoquímicas de este cuerpo celeste que cayó en la Tierra en Navidad hace ya muchos años, el estudio revela también el relato de uno de los testigos que declara que observó cómo de repente se iluminó la atmósfera por 'un gran lucero de un resplandor que eclipsaba la luna, y que caminaba del Mediodía al Norte'. Finalmente, la caida de este meteorito produjo un ruido muy fuerte que despertó a los vecinos de Molina de Segura.

El impacto de meteorito de Nochebuena sobre el terreno se conoció algunos días después cuando los segadores descubrieron un gran hoyo en el cual se divisaba también una piedra de figura cuadrangular, color negruzco y de un peso extraordinario comparado con su tamaño. Hoy día la historia de este meterito de grandes dimensiones forma parte del acervo de historias y tradiciones Navidad.