La fuerte ola de calor que se registra en Argentina estos días navideños llevó hoy al Servicio Meteorológico Nacional a declarar la máxima alerta (roja) en Buenos Aires, donde la sensación térmica es de 40 grados, y a pedir que se intensifiquen las precauciones.

El organismo elevó esta mañana a roja la alerta naranja, de precaución, que ya regía en Buenos Aires desde la pasada semana, por considerar que las temperaturas extremas que se registran en la capital argentina y sus alrededores son "excepcionales" y "pueden afectar a todas las personas saludables, no sólo a los grupos de riesgo", según indicó en su último informe.

La "sensación térmica" superó esta mañana en Buenos Aires los 40 grados centígrados y se espera que las altas temperaturas, con máximas de 36 grados en la capital y de hasta 40 en el centro y norte del país, continúen hasta el miércoles.

El Ministerio de Salud recomienda, especialmente a niños, embarazadas, mayores de 65 años y a quienes padecen enfermedades crónicas, respiratorias o cardíacas, hipertensión, obesidad o diabetes, que tomen mucha agua, eviten las comidas abundantes, las bebidas alcohólicas y las infusiones calientes. Solicita además que se use protección solar, se vista ropa suelta y ligera, no se realicen ejercicios físicos en ambientes calurosos y que se eviten actos públicos o juegos en espacios cerrados sin ventilación.

Las altas temperaturas han provocado además que la demanda eléctrica haya alcanzado hoy un nuevo récord histórico, según informó Cammesa, la empresa estatal que administra la red de electricidad nacional.

Cammesa informó que a las 15.10 hora local (18:10 GMT) la demanda eléctrica alcanzó un nuevo récord histórico para el verano, al registrar 20.209 megavatios. Edenor, una de las distribuidoras de electricidad de Buenos Aires, emitió hoy un comunicado en el que solicita "a la población hacer un uso racional de la energía eléctrica en tanto las temperaturas se mantengan en los actuales niveles de 36 grados en promedio".

En los últimos días vecinos de varios barrios de la capital argentina intensificaron sus quejas por los cortes de suministro eléctrico que vivieron incluso durante las celebraciones navideñas.