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Los daños pueden llegar a costarle al país miles de millones de dólares.
El pronóstico de una severa tormenta amenaza con empeorar las inundaciones registradas en el estado de Queensland, en el noreste de Australia, que ya se cobraron la vida de al menos una persona.

Más de 20 ciudades han quedado inundadas o aisladas en un área más grande que Francia y Alemania.

Además, más de 200.000 personas han sido afectadas por las inundaciones.

Al menos otras dos personas continúan desaparecidas.

En algunas zonas las aguas empezaron a retroceder, pero en Rockhampton, una ciudad de 77.000 habitantes alcanzaron su punto más elevado.

Según los pronósticos, las aguas pueden llegar a alcanzar los nueve metros el lunes y cerca de los nueve metros y medio el miércoles.

Se espera que la tormenta -que tendrá lugar durante la noche del domingo- venga acompañada de fuertes vientos y lluvias, inundaciones repentinas y granizo, y afecte a ciudades como Charleville, Emerald y Blackwater.

Esto incluye áreas en las tierras altas centrales, que sufrieron el impacto de las inundaciones en las últimas semanas.

Daños

La mujer que perdió la vida estaba tratando de cruzar el río Lichardt por una carretera elevada cuando su auto y otro vehículo fueron arrastrados por las aguas.

La policía rescató a ocho personas de los automóviles pero no pudo alcanzar a la mujer. Más tarde recuperaron su cuerpo.

Los trabajadores de rescate también emprendieron la búsqueda de un hombre cuyo pequeño bote pesquero fue arrastrado por las aguas en el río Boyne.

Se estima que el daño provocado por las lluvias puede costarle al país miles de millones de dólares.

Las autoridades informaron que la minería, la ganadería, la agricultura y la industria del turismo se verán afectadas.

Los esfuerzos de reconstrucción ya han comenzado en las zonas donde ha bajado el nivel del agua, como es el caso de Bundaberg, una ciudad a 385 km de Brisbane, capital del estado.

Algunos de los evacuados están haciendo preparativos para regresar. Pero ciudades como Theodore y Condamine, que fueron evacuadas en su totalidad, permanecen vacías.

En varias zonas, los helicópteros distribuyeron alimentos en las casas que se encuentran aisladas por el agua.

Sin vuelos y con serpientes

Desde hace días, continúa el éxodo en Rockhampton, donde el nivel del agua sigue en aumento.

El alcalde de la ciudad, Brad Carter, advirtió que el 40% de la ciudad podría verse afectada.

El aeropuerto suspendió sus vuelos comerciales, mientras que las carreteras de acceso a la ciudad que llegan del sur fueron cerradas.

Un residente de Rockhampton le dijo a la BBC que la gente salió a hacer compras nerviosas por temor a quedarse sin provisiones.

"Muchos están almacenando combustible. También escuché que una mujer compró 20 paquetes de pan en un supermercado", dijo Petros Khalesirad.

Comentó además que las inundaciones habían arrastrado serpientes en la corriente.

"Las serpientes pasan nadando a los pies de la gente. Conozco a un hombre que ya mató a cuatro. Una de ellas era una taipán, que a medida que te muerde te inyecta un veneno que te puede matar".