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Los terremotos en Haití y Chile o las inundaciones en Pakistán y China hicieron de 2010 un año terrible en materia de desastres naturales. Según afirmó la reaseguradora alemana Munich Re, se produjeron 295.000 muertes y se perdieron 130.000 millones de dólares en daños.

En total, Munich Re contabilizó 950 desastres naturales en 2010, una cifra muy superior a la media de los últimos treinta años (615).

Estos desastres dejaron cuatro veces más víctimas que la media desde 1980 (295.000 muertos contra 66.000) y fueron más costosos (130.000 millones de dólares americanos contra una media de 95.000 millones)

"El año estuvo marcado por un rara acumulación de terremotos importantes" y un número elevado de catástrofes vinculadas con el clima, que parece indicar una continuación del calentamiento global, señaló el informe.

Las catástrofes más mortíferas fueron el terremoto de enero en Haití (222.570 muertos) - uno de los más importantes de los últimos cien años -, la ola de calor y los incendios forestales del verano en Rusia (56.000 muertos) y el sismo de abril en China (2.700 muertos).

Los desastres más costosos fueron el terremoto de febrero en Chile, que provocó daños por 30.000 millones de dólares y dejó 520 muertos, y las inundaciones de julio a septiembre en Pakistán (9.500 millones de dólares y 1.760 muertos).

En los países más desarrollados, las catástrofes fueron poco mortíferas pero muy costosas y con graves consecuencias para las aseguradoras.

Europa occidental fue sacudida por la tormenta Xynthia en febrero (65 muertos; 6.100 millones de dólares de gastos, un montante en su mitad asegurado), y Estados Unidos por tornados, que provocaron daños por 4.700 millones de dólares (el 75% asegurado).

Uno de los acontecimientos que más llamó la atención de los medios fue la erupción del volcán islandés Eyjafjallajökull en abril, que paralizó el tráfico aéreo europeo durante semanas y terminó costando "miles de millones" a las aerolíneas.

Por otra parte, Munich Re no pudo estimar aún el costo de las inundaciones que sufre Australia desde diciembre.