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Al menos 18 personas murieron por las lluvias torrenciales de los últimos días.

Según el balance emitido por el Consejo Nacional de Gestión y Reducción del Riesgo de Desastres (NDRRMC), 18 personas murieron en ocho regiones filipinas a causa de las inundaciones provocadas por las lluvias torrenciales de la última semana.

El documento señala la existencia de 443.911 damnificados repartidos en las regiones de Mimaropa (oeste), Visayas Central (centro), Visayas Este, Bicol (este), Mindanao Norte, Mindanao Musulmán (sur), Davao y Caraga (sureste).

Las ciudades más afectadas son Surigao del Sur y Butuan (sureste), que fueron declaradas zonas de calamidad. "Butuan no suele inundarse porque está protegida por un viaducto, pero esta vez ha sido golpeada duramente", dijo la jefa local de protección civil, Blanche Gobenciong.

En este contexto, el presidente filipino, Benigno Aquino III, ordenó al NDRRMC realizar un informe de los daños causados por las precipitaciones. En un primer apunte, el consejo estima unas pérdidas de 4,9 millones de pesos filipinos (unos 85.821 euros) sólo en las ramas de agricultura, pesca y ganadería.