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Fuertes inundaciones causaron más de 35 muertos y obligaron a unas 30.000 personas a abandonar sus hogares en todo Brasil, informaron el jueves fuentes de la defensa civil.

Cuatro personas de la misma familia murieron cuando un alud de barro cayó sobre su vivienda en la ciudad de Jundiai, en el interior del estado de Sao Paulo.

El estado más afectado es Minas Gerais, donde 16 personas murieron ahogadas o enterradas en el barro y más de 13.000 tuvieron que buscar refugio, informó la defensa civil.

Las lluvias intensas desde Navidad en los estados de Sao Paulo, Rio de Janeiro y Espirito Santo han dejado más de 20 muertos y unos 20.500 desamparados.

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