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© EPLas inundaciones llegan a Brisbane, la tercera ciudad de Australia
El temporal de lluvias ha alcanzado a la ciudad de Brisbane, la tercera en importancia de Australia, donde los habitantes han comenzado a proteger sus viviendas con sacos de arena ante la inminente llegada de las inundaciones. Mientras, en el resto del estado de Queensland (noreste), el agua cubre todavía gran parte del territorio.

La intensidad de las precipitaciones ha obligado a abrir la presa de Wivenhoe Dam, la más importante de Brisbane, y otras de sus alrededores para evitar una ruptura de las mismas. No obstante, los 116.000 litros de agua que han liberado al día han dado lugar a las primeras inundaciones en la ciudad, agravando de este modo la situación general del estado.

Así, la población ha comenzado a proteger sus viviendas con sacos de arena, aunque los servicios de emergencia han adelantado a los vecinos que probablemente tendrán que abandonar sus casas. "Deberán pensar en cómo salir", dijo el jefe de la Policía de Brisbone, Alistair Dawson.

Entretanto, las autoridades han emitido una serie de recomendaciones para evitar nuevas víctimas del temporal. "La población de las áreas afectadas debe evitar caminar, conducir o montar a caballo por las zonas inundadas y tener cuidado con las carreteras, los ríos y los arroyos".

Por su parte, la primera ministra australiana, Julia Gillard, ha anunciado nuevas ayudas para contener la emergencia, que se sumarán a los 4 millones de dólares (3 millones de euros) desembolsados hasta la fecha y al fondo de 77 millones de dólares (59,39 millones de euros) destinado a las administraciones municipales.

No obstante, la primera ministra ha advertido de que el esfuerzo económico realizado por el Gobierno dará al traste con las previsiones de crecimiento para 2011. Si bien, Gillard ha asegurado que el superávit presupuestario retornará en 2012 y 2013, aunque ello requerirá "duras medidas".

El Gobierno calcula que las inundaciones han provocado unas pérdidas cercanas a los 6.000 millones de dólares (4.628 millones de euros). Estas estimaciones no incluyen los daños causados a la minería y la agricultura, los dos sectores económicos mas importantes del país