Lluvias Brasil
© EFEUna calle de una localidad cercana a Rio anegada de agua.
Después de la tragedia provocada por las lluvias en la gran metrópolis brasileña de Sao Paulo, dos pintorescas ciudades turísticas de la sierra de Rio de Janeiro: Teresopolis y Nova Friburgo, han sido esta noche duramente azotadas por las aguas, registrando al menos 57 víctimas mortales y decenas de desaparecidos. Sólo en Teresopolis las víctimas ascienden ya a 48. En febrero del año pasado las lluvias quitaron la vida a 72 personas .

Ambas ciudades están bajo las aguas, sin luz e incomunicadas por tierra. Sólo consiguen llegar los helicópteros de las policías civil y militar. El alcalde de Teresopolis, Jorge Mario, preside desde las cuatro de la madrugada, y a la luz de las velas, la reunión de emergencia de su gabinete.

En las calles convertidas en ríos en ambas ciudades, las personas a pié o en coche atrapadas por las riadas protagonizan imágenes parecidas a las de Sao Paulo, días atrás, pidiendo ayuda desesperadamente a los helicópteros, agitando las manos o ropas blancas. En Teresopolis las lluvias hicieron desbordar una presa que arroyó todo lo que fue encontrando a su paso, casas y coches. Las aguas provocaron 30 deslizamientos de tierra. En uno de ellos, en Nova Friburgo, murieron sepultados cuatro bomberos y tres continúan enterrados, mientras intentaban salvar a otras personas ya bajo los escombros. Esta vez tocó a la gente común tratar de salvar en vano la vida de los bomberos.

En Río, desde donde se llega en menos de dos horas en coche a dichas ciudades, las carreteras están interrumpidas en varios puntos y los autobuses de línea han suspendido sus viajes. La alcaldía de Rio ha colocado todos los helicópteros disponibles para ayudar a llevar los primeros auxilios a dichas ciudades y para trasladar a los bomberos que ayuden a la población. En las dos ciudades heridas por la lluvia ha caído en menos de 24 horas tanta agua como la prevista para todo el mes y eso que son localidades de montaña, a mil metros de altura, donde ya llueve mucho habitualmente. Las autoridades tanto de Teresopolis como de Nova Friburgo han decretado el estado de calamidad pública.