Todos los padres quieren proteger a sus hijos de los depredadores sexuales, pero ¿cómo los mantienes a salvo cuando no sabes cómo detectar uno? Cualquiera podría ser un posible pederasta, por lo que reconocerlo puede ser una tarea difícil, especialmente porque la mayoría, al comienzo, son personas que se ganan la confianza de los niños que abusan. Continúa leyendo para aprender a reconocer qué comportamientos y características son señales de alerta y cómo impedir que personas peligrosas se acerquen a tu hijo(a).
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Conocer el perfil de un posible abusador

Entiende que cualquier adulto podría ser abusador sexual. No existe una característica física, profesión o tipo de personalidad que compartan todos los abusadores. Pueden pertenecer a cualquier sexo o raza, y sus afiliaciones religiosas, ocupaciones y pasatiempos son tan variados como los de cualquier otra persona. Un abusador podría parecer encantador, amoroso y completamente amable mientras alberga pensamientos típicos de un depredador sexual que oculta hábilmente. Eso significa que jamás debes descartar completamente la idea de que alguien podría ser un abusador.[1]

Ten en cuenta que la mayoría de abusadores son personas que los niños de los que abusan conocen. El 30% de los niños abusados sexualmente han sido víctima de algún familiar, mientras que el 60% han sido víctima de un adulto que no era un familiar pero sí un conocido. Esto significa que sólo un 10% de los niños abusados han sido atacados por un completo extraño.[2]
  • En la mayoría de casos, el abusador resulta ser alguien conocido por el niño por medio de la escuela o de otro entorno, como un vecino, un maestro, un entrenador, un sacerdote, un instructor de música o una niñera(o).[3]
  • Los familiares como los padres, abuelos, tíos, primos, padrastros, etc. también podrían ser depredadores sexuales.
Conoce las características comunes de un abusador. Aunque cualquiera puede ser uno, la mayoría de ellos son hombres, independientemente de si sus víctimas son de sexo masculino o femenino.[4] Muchos depredadores sexuales cuentan con un historial de abuso en su propio pasado, ya sea de tipo físico o sexual.
  • Algunos también padecen una enfermedad mental, como un trastorno del estado de ánimo o de la personalidad.[5]
  • Los hombres heterosexual y homosexuales tienen la misma probabilidad de ser abusadores. La idea de que los homosexuales son más propensos a serlo es un mito.[6]
  • Las abusadoras tienden a abusar más de los niños que de las niñas.
Mantente al tanto de los comportamientos comunes de los abusadores. A menudo no les prestan tanto interés a los adultos como a los niños. Podrían tener empleos que les permitan estar cerca de los niños de una edad determinada, o planean otras formas de pasar tiempo con ellos trabajando como un entrenador o una niñera(o).[7]
  • Los abusadores tienden a hablar de los niños o a tratarlos como si fueran adultos. Podrían referirse a ellos en la misma manera en que lo harían con un adulto, amigo o amante. [8]
  • Los abusadores a menudo dicen que aman a todos los niños o se sienten como si aún lo fueran.
Busca señales de grooming. El término "grooming" se refiere al proceso que el potencial abusadoremprende para ganar la confianza de un niño, y a veces también la de los padres. A lo largo de los meses e incluso años, el abusadorse irá convirtiendo en un amigo de confianza para la familia, ofreciéndose a cuidar a los niños, llevarlos de compras, de viaje o incluso pasar tiempo con ellos de alguna otra forma. En realidad, muchos de ellos no abusarán de un niño hasta haberse convertido en alguien de confianza.
  • Los abusadores buscan niños vulnerables a sus tácticas, porque carecen de apoyo emocional o no reciben suficiente atención en casa. Intentarán convertirse en la figura "paterna" para el niño.
  • Algunos pederastas se aprovechan de los niños de padres solteros que no pueden supervisarlos con mucha frecuencia.
  • Un pederasta normalmente empleará un gama de juegos, trucos, actividades y lenguaje para ganarse la confianza y/o para engañar al niño. Estos incluyen: guardar secretos (los secretos son importantes para la mayoría de los niños, siendo vistos como algo de "adultos" y como una fuente de poder), juegos de contenido sexual explícito, cariños, besos, tocamientos indebidos, comportamientos provocativos, exposición del infante a material pornográfico, extorsión, soborno, adulación, y, lo que es peor, afecto y amor. Ten en cuenta que estas tácticas se utilizan básicamente para aislar y confundir a tu hijo(a).
Proteger a tu hijo(a) de los depredadores sexuales

Descubre si hay pederastas viviendo en tu vecindario. Puedes utilizar la base de datos nacional de delincuentes sexuales del Departamento de Justicia de los Estados Unidos (www.nsopw.gov/en-US) para determinar si algún delincuente sexual registrado vive en tu área. Todo lo que tienes que hacer es ingresar tu código postal, realizar una búsqueda, y podrás ver dónde viven los pederastas.
  • También puedes buscar nombres individuales para ver si alguna persona en específico es un delincuente sexual.
  • Es bueno estar al tanto de los depredadores potenciales, pero debes saber que es ilegal tomar cualquier tipo de acción contra el agresor sexual que haya cumplido su condena.
Supervisa las actividades extracurriculares de tu hijo(a). Involucrarte tanto como puedas en la vida de tu hijo es la mejor manera de protegerlo contra posibles abusadores. Ellos buscarán un(a) niño(a) que sea vulnerable y que no reciba mucha atención por parte de sus padres. Preséntate en sus juegos, prácticas o entrenamientos, acompáñalo(a) a sus viajes de excursión e invierte tiempo en conocer a los adultos que son parte de la vida de tu hijo. Deja en claro que eres un padre presente y te involucras en su vida.
  • Si no puedes ir a un viaje o a una excursión, asegúrate de que al menos dos adultos que conozcas bien acompañen a tu hijo.
  • No dejes solo a tu hijo con adultos que no conozcas bien. Incluso los parientes pueden representar una amenaza. La clave es estar lo más presente posible.
Instala una nanny cam (cámara para niñeras) si contratas a una niñera. Hay momentos en los que no podrás estar presente, así que emplea otras herramientas para asegurarte que tu hijo(a) esté a salvo. Instala una cámara escondida en tu casa para detectar alguna actividad inapropiada. No importa lo bien que creas conocer a alguien, necesitas tomar precauciones para la seguridad de tu hijo(a).

Enséñale a tu hijo acerca de la seguridad en línea. Asegúrate de que sepa que a menudo los depredadores se hacen pasar por niños o adolescentes para atraer a los infantes por Internet. Vigila el uso que le da tu hijo al Internet, fijando reglas para limitar el tiempo que pasa en el "chat". Ten conversaciones periódicas con tu hijo(a) acerca de las personas con quiénes se comunica por Internet.
  • Asegúrate de que tu hijo sepa que nunca debe enviar imágenes a ninguna persona que haya conocido por Internet o con quién se esté comunicando.
  • Debes saber que a menudo los niños son reservados sobre su comportamiento en Internet, por lo que tendrás que permanecer atento(a) para mantenerte informado de la actividad en línea de tu hijo.
Asegúrate de que tu hijo(a) se sienta emocionalmente apoyado(a).[9] Puesto que los niños que no reciben mucha atención, son especialmente vulnerables a los depredadores, asegúrate de pasar mucho tiempo con él/ella y que se sienta apoyado(a). Tómate el tiempo para hablar con él/ella a diario y construir una relación abierta y de confianza.
  • Manifiesta interés en todas las actividades de tu hijo, incluyendo las tareas de la escuela, las actividades extracurriculares, pasatiempos, entre otros.
  • Permite que tu hijo(a) sepa que puede decirte todo y que siempre estás dispuesto(a) a hablar.
Enséñale a tu hijo(a) a reconocer los tocamientos inapropiados. Muchos padres emplean el método del "toque bueno, malo y secreto". Consiste en enseñarle a tu hijo(a) que existen algunos toques apropiados como palmadas en la espalda o chocar los cinco: existen otros no gratos o "malos" como golpes o patadas, y también están los toques secretos, que son toques que se le pide al niño mantener en secreto. Emplea este método o algún otro para enseñarle a tu hijo(a) que algunos toques no son buenos y que si suceden, debería contártelo inmediatamente.[10]
  • Enséñale que nadie puede tocarlo(a) en las áreas privadas. Muchos padres definen estas áreas como aquellas cubiertas por el traje de baño.
  • Enséñale a tu hijo(a) a decir "no" y alejarse si alguien intenta tocarlo(a) en un área privada.
  • Dile que acuda a ti de inmediato si alguien lo/la toca de manera inapropiada.
Reconoce cuando algo no está bien con tu hijo(a). Si notas que tu hijo(a) actúa de forma distinta, aborda el problema para averiguar lo que está mal. Preguntarle con frecuencia cosas acerca de su día, incluyendo si ocurrió alguna clase de toques "buenos", "malos" o "secretos", ayudará a mejorar la comunicación con tu hijo(a). Nunca hagas caso omiso si tu hijo(a) te dice que fue tocado(a) de forma inapropiada o que no confía en un adulto. Confía en él/ella en primer lugar.
  • Nunca descartes sus quejas sólo porque el adulto en cuestión es un miembro importante de la sociedad o parece incapaz de semejantes cosas. Eso es precisamente lo que quiere un pederasta.
  • No olvides que lo más importante que puedes hacer para proteger a tu hijo(a) es escucharlo(a). Evalúa sus necesidades y deseos, habla con ellos y, en definitiva, sé el mejor padre que puedas. En conclusión, si no le prestas atención a tu hijo(a), alguien más lo hará.
Advertencias
  • Recuerda, si un niño luce aislado o molesto, lo vuelve un blanco muy fácil para un depredador. Indaga sobre la vida escolar de tu hijo(a), averigua quiénes son sus amigos. Si no tiene ninguno, esfuérzate para que eso cambie. Mantenerse en grupo es muy importante y en muchos casos puede salvar su vida si no puedes estar presente.
  • Aclaración de términos: Un pedófilo es aquél que siente atracción sexual/romántica/erotica principalmente por los niños preadolescentes (un error común en los medios de comunicación es definir a un pedófilo como una persona atraída hacia alguien por debajo de la mayoría de edad, ampliando la definición a los que se sienten atraídos por los adolescentes, lo que es incorrecto). Un hebéfilo es aquel que se siente atraído principalmente por los jóvenes que se encuentran en plena etapa de la adolescencia, mientras que un efebófilo es alguien atraído hacia adolescentes que ya pasaron la etapa de la pubertad. Un pederasta es alguien que abusa de un niño, independientemente de sus atracciones o preferencias sexuales.
  • Esto no significa que debamos tener simpatía por el pederasta, sino que debemos estar permanentemente al tanto de las fallas de la sociedad y luchar por corregirlas siempre que sea posible prestando mucha atención a nuestros hijos y brindándoles líneas de comunicación y confianza.
  • Se debe saber que, a pesar de la manera en la que los medios de comunicación y otros medios lo malinterpretan, existe una clara diferencia entre los términos "pedófilo" y "pederasta". No todos los pedófilos son pederastas ni buscan abusar de niños, y de manera similar, no todos los pederastas son pedófilos. A menudo, existen motivos ocultos para una conducta criminal y algunos son delincuentes situacionales. Contrariamente a la creencia popular, muchos pedófilos se encuentran tan aterrorizados de sus propias atracciones como las personas a las que les desagradan [11].
  • Debido al incontrolable problema de la falta de información, así como de la cobertura de los medios de comunicación con respecto a casos como el del ex entrenador de fútbol americano de Penn State, Jerry Sandusky, aquellos que tienen este tipo de atracciones a menudo temen salir y buscar ayuda para su enfermedad. Asimismo, los terapeutas no siempre son tan objetivos como deberían serlo, y algunos pedófilos se desesperan al no poder recibir la ayuda que necesitan. A su vez, es esa desesperación la que los lleva a hacer algo malo.
  • No estigmatizar a las personas pedófilas: la mayoría de las personas con esta parafilia no constituyen un peligro para los niños. No todos los que tienen esta parafilia son abusadores o desean serlo. La creencia de que todos los pedófilos son posibles abusadores es un mito. [12]
  • Recuerda que tu propio hijo o hija podría haber nacido con esta condición sexual. La mayor parte de las personas con esta atracción la descubre entre los 12 y los 18 años [13]. Si le repites a tu hijo que todas las personas que tienen pedofilia son "malas" o "depredadores sexuales" o "potenciales abusadores", tu hijo/hija podría terminar creyéndolo y evitar hablar del tema con su familia. Además podría sufrir depresión, aislamiento y tendencias suicidas al ver que su familia y amigos lo consideran un "depredador sexual" por su condición sexual. La mayor parte de las personas pedófilas intenta suicidarse ante de los 15 años.[14]