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La salud mental depende del estilo de vida, la calidad de relaciones afectivas, la capacidad de amar y aceptar a los demás, cuando este conjunto de valores y actitudes tienen sufren de alguna perturbación, el ser humano puede llegar a padecer esquizofrenia, una enfermedad mental que afecta el estado afectivo, mencionó Gilberto Islas Cruz Director del Servicio de Atención a Víctimas de Violencia Intrafamiliar (SAVIF) de la Facultad de Psicología de la BUAP.

Explicó que las personas que sufren esta enfermedad mental, constantemente experimentan una distorsión de sus pensamientos y sentimientos lo que afecta su sentir, pensar y hablar, pero principalmente su tono afectivo y la manera en que se comunican con otras personas.

Mencionó que desde la perspectiva psicológica, la esquizofrenia es un desorden mental en el que el afectado, se caracteriza por tener un comportamiento desadaptado y descuida su apariencia; en algunas personas existe la predisposición a adoptar actitudes extravagantes que suelen apartarlo de la realidad.

Destacó que el síntoma más frecuente en este tipo de trastorno es el de identidad, donde el paciente se encuentra desorientado en tiempo, lugar, espacio y persona, ya que no sabe quién es, cómo se llama, quienes son sus padres, y en determinado momento puede cambiar de personalidad, lo que le hace no tener una identidad definida, trayendo como consecuencia que no tome en cuenta las reglas o las normas sociales.

El maestro Gilberto Islas Cruz, comentó que aunque existen diversos tipos de esquizofrenia, donde el tratamiento psicofarmacológico es esencial para el control de la enfermedad. Si existe un miembro de la familia con esquizofrenia lo más conveniente no es internarlo, porque la recaída puede ser más fuerte en su comportamiento y sus pensamientos.

Reconoció lo difícil que puede ser tratar con un esquizofrénico, por lo que recomendó también a la familia acudir con un especialista quien les ayudará a superar la angustia y encontrar la forma de resolver el problema que enfrentan tanto el enfermo como quienes conviven con él, y recordó que el SAVIF mantiene abierto su servicio de atención psicológica en la Facultad de Psicología de la BUAP, ubicada en la 3 Oriente 403, Centro Histórico.