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Las inundaciones han afectado ya a unos 860.000 ceilandeses, de los cuales más de 127.000 han tenido que abandonar sus hogares. Estas son las cifras del Gobierno que ha facilitado la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA). Por el momento se han contabilizado 13 muertos, un desaparecido y 44 heridos.

El Programa Mundial de Alimentos (PAM) ha recolocado fondos para hacer frente a la situación, y entregará 735 toneladas para en torno a 400.000 personas.

Desde el pasado 26 de diciembre las lluvias torrenciales azotan la isla, lo que ha provocado inundaciones y desprendimientos de tierra sobre todo en el este y en el centro. El distrito de Baticaloa (este) ha recibido la mayor cantidad de precipitaciones del último siglo.

El Ministerio de Sanidad ha enviado equipos y material médico al este y a Polonaruwa para controlar la posible aparición de enfermedades. La Organización Mundial de la Salud (OMS) financiará el coste de las clínicas que se instalen. El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) está transportando tanques de agua y grifos.

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