Más de un centenar de hectáreas es lo que se ha llevado por delante el incendio que desde primeras horas de la tarde del pasado viernes se extiende por el Parque Natural Arribes del Duero, en el término de Villalcampo, tocando también a una pequeña porción de terreno de Carbajosa.
© L.O.Z.Una cuadrilla de tierra durante la actuación de ayer por la mañana
Son las estimaciones de los vecinos (algunos las elevan a casi doscientas) que han seguido con interés la evolución del siniestro porque estaba en peligro la zona de viñedos que tienen en la niña de los ojos.
El fuego, que se daba por casi controlado al caer la noche del viernes, tras una intensa actuación de medios aéreos, mecánicos y humanos, se reavivó en la mañana de ayer en el paraje denominado Valdespino, lo que obligó a intervenir de nuevo a los helicópteros y a desplegar por la vertiente alistana del Duero las cuadrillas contraincendios.
© José Luis FernándezEl fuego obliga a intervenir a un importante operativo de medios aéreos mecánicos y humanos en una zona poblada de torres de alta tensión.
La Junta de Castilla y León daba ayer tarde el incendio todavía como "activo", aunque rebajado su estado al nivel cero.
Entre los vecinos que ayer se desplazaron a la zona para ver el alcance de lo abrasado estaba Pablo Domínguez, que hacía mención a que "le habían salido los dientes" en la zona calcinada por donde de pequeño había pastoreado las ovejas.
Las llamas, que se iniciaron a las 14,23 horas del viernes, según el parte remitido por la Junta de Castilla y León, terminaron por extenderse por los pagos denominados Valverde, Valcuevo, Valdeperales, el Buraco de la Brávula, Tierras Blancas, el Vival y Villano.
Es un terreno de fincas, algunas cercadas por las típicas paredes de piedra, pero en su mayor parte abandonado y ocupado por la vegetación silvestre, especialmente escobas y barciegos que hicieron de verdadero combustible. El incendio, no obstante, calcinó algunos ejemplares de encinas y de enebros crecidos en la zona ribereña y que son las especies más valoradas.
Precisamente la abundancia de maleza en el campo fue uno de los asuntos sacados a colación entre la población de Villalcampo, que agradeció que el viento no soplara en dirección al pueblo y sí hacia el río, lo que llevó el frente del incendio hacia el arribanzo. En sus comentarios no faltaban las referencia a las restricciones que acompañan la normativa que rige para los espacios protegidos, y que impiden a los propietarios de las parcelas realizar limpiezas sin la pertinente autorización previa y en determinado tiempo.
Fuentes presentes señalaron que una de las pérdidas ocasionada por este incendio tiene que ver con el aprovechamiento de la caza, especialmente de los perdigones. Tanto el primer día, durante el fragor del incendio, como a primeras horas de ayer estuvieron más que activas las aves rapaces, afanadas en la captura de animales que huían de la quema o de infelices achicharrados, según precisaron fuentes del operativo interviniente en las labores de extinción.
Es llamativo el contraste existente entre el campo abandonado y las parcelas dedicadas a las viñas, que prácticamente quedaron al margen de las llamas por la limpieza que presentan. El verdor de los viñedos destaca sobre la negrura del resto.
Los vecinos de Villalcampo confían en que el incendio haya pasado por la zona sin afectar a los viñedos.
Las llamas han dejado al descubierto y más limpio que nunca un escenario por el que resultaba del todo imposible moverse a causa de la vegetación de zarzas, escobas y otras plantas que se habían apoderado del lugar. Ni los caminos eran practicables, al decir de Domínguez.
También estaba en boca de unos y de otros el origen, que ayer tarde la Junta de Castilla y León aún no tenía determinado. Es sabido que se inició al lado de la carretera que une Villalcampo con Carbajosa, y entre las hipótesis se habla de una negligencia.
La actuación de los medios aéreos igualmente estuvo en boca de las personas porque se vieron obligados a operar en un escenario recorrido por los tendidos eléctricos de alta tensión. "¡Qué buen chófer!" expresaba ayer uno de los vecinos, al observar la pericia con la que se desenvolvía uno de los pilotos entregado de lleno en la extinción de las llamas.
Este incendio estuvo precedido por el ocurrido recientemente, también en el Parque Natura de Arribes, en Fermoselle, donde se abrasaron 19,5 hectáreas. Es de subrayar, que es un espacio sobre el que se pretende conseguir la declaración de Reserva de la Biosfera.
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