Uno de los cuidadores del sitio arqueológico inglés detectó unas manchas oscuras que corresponderían al lugar donde en su día hubo piedras.

Stonehenge Ortofotografía
© English Heritage/Damian GradyUna ortofotografía de Stonehenge tomada desde el aire muestra las áreas marrones secas dónde las piedras pueden alguna vez haber completado el círculo.
El monumento megalítico de Stonehenge, uno de los atractivos turísticos más populares de Gran Bretaña, pudo ser un círculo perfecto, según nueva evidencia encontrada fortuitamente.

Las piedras del monumento prehistórico de Stonehenge, que miden entre tres y seis metros, declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco en 1986, forman actualmente un semicírculo, y por mucho tiempo los expertos han teorizado sobre si alguna vez fue un círculo o siempre tuvo la forma actual.

Stonehenge
© English Heritage

Pero Tim Daw, cuidador del recinto, detectó unas manchas en una zona del césped del monumento que había quedado seca, porque no le había llegado la irrigación artificial que mantiene el lugar en los días de verano calurosos y sin lluvias.

Daw dijo que al ver las manchas se dio cuenta de que podrían corresponder a los lugares donde reposaron las piedras, por lo que se puso en contacto con los expertos, según explica el periódico The Guardian.

Así, los arqueólogos ordenaron fotos aéreas rápidamente, que han ayudado a establecer que Stonehenge pudo ser un círculo perfecto.

"Yo estaba mirando el césped desde la zona de acceso del público cerca de las piedras y pensé que necesitábamos encontrar una manguera más larga para que llegara a las manchas secas", dijo Daw.

"Me acordé que las marcas eran las que los arqueólogos habían mirado sin éxito sobre señales de piedras. Llamé a mi colega y, al verlas, se dio cuenta del posible significado también. Al no ser arqueólogos, llamamos a los profesionales", añadió.

Stonehenge
© English Heritage
Las manchas fueron observadas el verano del año pasado, pero ahora salen a la luz tras el análisis de English Heritage (Patrimonio Inglés), que publicó los resultados de los análisis en la revista Antiquity.

La historiadora Susan Greaney, de English Heritage, dijo que este descubrimiento accidental tiene un "gran significado", pues demuestra que aún hay "mucho que aprender" sobre el lugar.

En el solsticio de verano, los rayos del sol coinciden con el eje central de los grandes bloques de piedra del monumento, distribuidos en cuatro circunferencias concéntricas, y numerosos ciudadanos se congregan en los alrededores para admirar la luz.

Además, restos arqueológicos hallados en la zona confirman que el monumento era también un homenaje al solsticio de invierno (22 de diciembre), según el ancestral calendario druida.

Según los estudios, Stonehenge fue utilizado para una variedad de ceremonias religiosas hace cinco milenios, durante su época de esplendor.