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© E. G.Fotografía tomada en el instante en el que caían varios rayos sobre el castillo de Yeste.
(Albacete, España) - Noche sobresaltada la que vivieron los vecinos de la Sierra este martes cuando los rayos descargados por una tormenta seca ocasionaron cinco incendios de pequeña envergadura que fueron pronto apagados, aunque dieron un buen susto a los vecinos que este año reviven la tragedia que arrasó su monte hace dos décadas.

Aunque los incendios se dieron por controlados y extinguidos, ayer los retenes permanecían vigilantes en dos de los conatos que se originaron, uno de ellos en Hellín y el otro en los Calares del río Mundo y de la Sima.Letur, Fuente-Álamo y Collado Marín, otra aldea de Yeste, son los otros tres lugares donde la caída de rayos trajo consigo las llamas.

El siniestro del Calar de la Sima fue el que más alarma causó, ya que las llamas se prendieron a unos 1.700 metros de altitud en un lugar accesible solo a pie y donde era imposible que llegasen los medios terrestres de la lucha contra incendios.

Los primeros avisos se dieron en Yeste sobre las 22,30 horas. Al principio, cuenta la alcaldesa de Yeste, Estíbaliz García, hubo mucha confusión porque recibieron cinco alertas, aunque solo dos resultaron positivas. «La rapidez en la intervención y la coordinación de vecinos, agentes forestales y de los retenes hizo posible que pronto se tuviera la situación controlada», relataba ayer la regidora que estuvo hasta entrada la madrugada en los lugares siniestrados.

Al incendio del Calar de la Sima los primeros en llegar fue un grupo de 17 voluntarios, vecinos de aldeas como Arguellite, que subieron hasta el final de la pista forestal con vehículos y una vez alcanzado el final del camino tuvieron que emprender a pie el tramo hasta las llamas. Después de media hora caminando, alcanzaron la zona siniestrada y se pusieron a trabajar; instantes después el retén que Infocam tiene en Tus se sumó a estas tareas.

«Se controló rápido, porque el incendio se originó en una zona de matorral y pinar poco espeso», describía el concejal de Medio Ambiente de Yeste, Carlos Martínez, que estuvo en el lugar donde estiman ardió casi una hectárea.

Lo escarpado e inaccesible del lugar hizo temer lo peor, pero gracias a la rápida actuación de los voluntarios y efectivos del retén que tuvieron que trabajar con herramientas de mano, pues era imposible llevar hasta el lugar vehículos con agua, permitió extinguir las llamas. El lugar estuvo vigilado toda la noche por el retén, que ayer permanecía en la zona para evitar que se reavivasen las ascuas.

Al mismo tiempo, en la zona de Collado Marín tuvo que intervenir el retén de Yeste. Sobre las dos y media de la madrugada se pudieron apagar las llamas que quemaron uno 100 metros cuadrados de monte. Aquí también colaboraron vecinos de la aldea de Plañel.

La alcaldesa de Yeste confió en que las tormentas de final de verano lleguen con agua «que falta nos hace», en lugar de con tanto aparato eléctrico, «no ha llovido nada y el monte está muy seco, eso aumenta el riesgo de incendios», avisa la regidora quien no podía olvidar que este verano se han cumplido 20 años de aquel fatídico incendio que arrasó casi 15.000 hectáreas de su monte.

El Servicio Provincial de Extinción de Incendios (Sepei) también tuvo que intervenir por pequeños siniestros originados también por los rayos. Según informó este cuerpo de la Diputación, sobre la medianoche tuvieron que actuar en Tobarra, Molinicos y Yeste.