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© Tomas de Mul / IRINLa trabajadora voluntaria Arlinda Cunah escucha noticias sobre las inundaciones en su radio a luz solar.
El alerta por inundaciones en Mozambique se elevó a nivel naranja esta semana, mientras los servicios de respuesta a desastres se movilizan para lo que temen sea la peor catástrofe desde 2000. Fuertes precipitaciones alimentan rápidamente las vías fluviales en este país de África austral. Las autoridades siguen de cerca también los indicadores del nivel del agua en los países río arriba.

Habitantes de la cuenca del río Limpopo, en el sur, comenzaron a trasladarse a lugares más seguros luego de alertas de que unas 7.000 personas podrían verse afectadas si el río crecía dos metros. "De seguir lloviendo, las aguas inundarán Mozambique", dijo a IPS el director del Centro Operacional de Emergencia Nacional (CENOE), Dulce Chilundo, reconociendo que "probablemente" la situación se asemeje a la catástrofe de 2000, que mató a alrededor de 700 personas y causó daños por 419 millones de dólares.

Seis años después de aquellas inundaciones fue creado el CENOE, con la misión de coordinar la respuesta en las primeras 72 horas de una emergencia y con 3,7 millones de dólares a disposición inmediata.

Una decena de personas han muerto por las precipitaciones de la actual temporada, pero ninguna directamente por inundaciones, dijo Chilundo.

"Es demasiado pronto para decir" si las inundaciones a una escala nacional afectarán a las 1,3 millones de personas en riesgo, según João Ribeiro, secretario general del Instituto Nacional de Administración de Desastres (INGC). "La temporada de lluvias no ha cambiado. Llegará a su momento álgido en febrero", señaló.

La combinación de las lluvias locales con los ríos cuyo caudal aumenta desde otros países añade preocupación. El embalse en la represa de Cahora Bassa está hoy 60 por ciento lleno. El río Zambezi, que lo alimenta, se nutre en otros cinco países en su ruta de 2.700 kilómetros.

Cuando la represa de Kariba, río arriba, abra sus compuertas este sábado, las autoridades de Mozambique podrían verse obligadas a hacer lo mismo en Cahora Bassa. En anticipación, el INGC ha trasladado a 24.000 familias de la cuenca del Zambezi a terrenos más altos en los últimos cuatro años. Pero aún hay granjas en tierras bajas que corren riesgo.

"El nivel del río ya es de 6,2 metros, pero no se ha necesitado una intervención porque todas las familias están en lugares más altos", dijo Ribeiro. Las precauciones han reducido la vulnerabilidad de Mozambique ante eventuales inundaciones, y los trabajadores de respuesta a desastres, caracterizados por sus brillantes chalecos naranjas, están tranquilos por el momento. "Las diferentes secciones están preparadas para el desafío", aseguró Chilundo.