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Las heladas que está sufriendo estos días Cataluña han dañado algunos cultivos, sobre todo de huerta, como las alcachofas, mientras que ha aumentado el coste de alimentar a los animales de granja, que con el frío necesitan más pienso, lo que a su vez repercute en el bolsillo de los ganaderos.

En general, las granjas catalanas están soportando sin grandes problemas la ola de frío, ya que la "gran mayoría" de estas instalaciones están preparadas para hacer frente a las gélidas temperaturas.

Según explica a Efe el responsable de ganadería de la Federación de Cooperativas Agrarias de Cataluña (FCAC), Ramon Armengol, prácticamente la mitad de las granjas de cerdos cuentan con algún sistema de calefacción, mientras que las reses de bovino "soportan perfectamente estas situaciones".

"Incluso aguantan mejor el frío que el calor", apunta Armengol.

Por su parte, las ovejas "llevan el abrigo de forma permanente", por lo que también resisten bien a las bajas temperaturas, que en algunas poblaciones del Pirineo de Lleida han llegado estos días a los 19 grados negativos.

En el sector ganadero, pues, los únicos que están sufriendo las consecuencias de las heladas son los granjeros, sobre todo desde el punto de vista económico.

Y es que con el frío los animales necesitan comer más para mantener la temperatura corporal, lo que se traduce en un incremento de los costes de alimentación del ganado.

"La ola de frío lo único que hará será empeorar los resultados económicos de las explotaciones", ha subrayado Armengol.

En cuanto al campo, el frío polar ha dañado algunos cultivos, sobre todo de huerta, aunque en algunos aspectos también ha beneficiado al sector.

Así, las bajas temperaturas han afectado seriamente la cosecha de alcachofas del Baix Llobregat, así como la de habas, la de coliflor y la de cítricos en las Tierras del Ebro, según ha indicado a Efe el responsable del sindicato agrario Unió de Pagesos (UP) en Lleida, Josep Cabré.

El frío también ha dañado algunos olivos, lo que puede mermar la cosecha del próximo año, aunque aún es pronto para cuantificarlo, según Cabré, que cree no obstante que la afectación "no será muy grave".

En el sector frutícola, en cambio, las heladas son bien recibidas, ya que la fruta dulce -manzana, pera, melocotón y nectarina- está recogida y los árboles aprovechan el frío para regenerarse.

"A los árboles frutales el frío les va perfecto. De hecho, cuanto más frío, mejor", señala Cabré, que recuerda que las heladas sí tendrían consecuencias muy negativas si se produjeran en época de floración.

Las bajas temperaturas, además, ayudan a luchar contra algunas plagas.

El Servicio Meteorológico de Cataluña (SMC) prevé que hoy finalice esta ola de frío continental que ha dejado temperaturas de hasta -19,1 grados en puntos de alta montaña como Sasseuba, en el Val d'Aran.