
El volcán japonés Shinmoedake comenzó a expulsar ceniza y rocas este miércoles y seguirá activo durante varios días. Sin embargo, los expertos no esperan que la erupción aumente de intensidad.

Las autoridades elevaron el nivel de alerta y prohibieron que ningún ciudadano se aproxime a menos de dos kilómetros del volcán ante el peligro de sufrir quemaduras o problemas respiratorios.

La ardiente nube de humo y ceniza se elevaba este jueves más de 1.500 metros en el cielo. Obligó a cancelar varios vuelos domésticos entre Tokyo y Miyazaki.

Durante la noche, nueve familias que viven en la ladera de la montaña tuvieron que ser evacuadas. El rugido del volcán despertó a vecinos de la zona hasta siete kilómetros a la redonda. Por el momento, nadie ha resultado herido.