"Los conflictos siguen extendiéndose simultáneamente en tres continentes. El arco de la guerra, la intervención extranjera y la desestabilidad se extienden desde Afganistán hasta el norte de África", señala el columnista Seumas Milne en su artículo del diario británico.
Según Milne, el grupo yihadista Estado Islámico es un "descendiente mutante de la 'guerra contra el terrorismo'" lanzada por EE.UU., y sirve como pretexto para una "nueva intervención" en Irak y Siria. De igual manera "miles de personas han perdido la vida en Ucrania debido al intervencionismo de Washington, mientras que en el Lejano Oriente crece la tensión entre China y Japón y los demás aliados de EE.UU.", agrega.
Por su parte, "Reino Unido acaba de poner fin a sus operaciones militares en Afganistán después de 13 años de una catastrófica ocupación. Sin embargo, Londres asegura que la operación ha sido exitosa. Murieron decenas de miles de afganos, los talibanes controlan una parte del país, la violencia contra la mujer ha aumentado y las elecciones solo sirven como encubrimiento del fraude y la intimidación", comenta el columnista.
De acuerdo con el editor, al invadir Afganistán, Occidente empezó una guerra sin fin, que abarca la catástrofe de Irak, la guerra de drones desde Pakistán hasta Somalia, apoyo secreto a los yihadistas en Siria y la 'intervención humanitaria' en Libia que ha dejado como resultado un país en ruinas y envuelto en una guerra civil.
"Oriente Medio se encuentra en una crisis sin precedentes, y el factor principal fue la continua intervención de EE.UU. y otros países occidentales, que no se limitaron ante ninguna influencia externa ni derecho internacional", subraya Milne.Sin embargo, el torbellino de Oriente Medio engendrado por la dominación de EE.UU., no tuvo el mismo efecto en Ucrania y se tropezó con algo que desafía al mundo unipolar. "Los planes de los halcones estadounidenses y europeos de arrastrar a una Ucrania dividida al campo occidental ha desencadenado una crisis", subraya.
En opinión del periodista británico, a pesar de que digan que solo se trata de una propaganda del Kremlin, la realidad es que Washington y Bruselas apoyaron el violento derrocamiento de un gobierno elegido democráticamente y ahora apoyan una operación militar en la que participan grupos de ultraderecha acusados de crímenes de guerra. Mientras que Rusia se encuentra bajo fuertes sanciones estadounidenses y europeas.
"La semana pasada el presidente ruso, Vladímir Putin, en el Club Internacional de Debates Valdai, criticó fuertemente el papel de policía y juez de EE.UU. en el mundo actual. Y gran parte de los países del mundo estarán de acuerdo con Putin", opina Milne.Otro factor que puede terminar con la unipolaridad, según el columnista, es el ascenso de China que ha dado a otras regiones del mundo cierta oportunidad de ampliar su independencia política, más que todo en América Latina. "La disposición de Rusia para servir como contrapeso a la dominación occidental es bienvenida. Precisamente por esto es que muchos países miran los acontecimientos en Ucrania desde un punto de vista diferente al de Occidente", agrega.
Por su parte, el presidente estadounidense Barack Obama con frecuencia enfatiza que EE.UU. es una "nación indispensable", y es más que seguro que sus sucesores serán mucho más radicales, finaliza.
Comentario: Al parecer, el mundo empieza a tener coraje para enfrentarse al tirano del mundo ahora que Rusia se ha posicionado firmemente como un contrapeso que amenaza la unipolaridad y este enfrentamiento no tiene por qué ser una guerra mundial, sino más bien la alianza económica entre diversos países y bloques enteros que cooperan en conjunto y se hacen fuertes mediante esa unión. Estados Unidos parece querer socavar esta posibilidad a cualquier costo, pero la misma mentalidad que los lleva a la arrogancia de creerse indispensables, también es la que los hace incapaces de ver que ellos mismos están cortando la rama en la que están sentados, por lo que están creando un imán para su propia destrucción.