Traducción de G.C.C. para Terrae Antiqvae

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© Desconocido
Předmostí I es un yacimiento prehistórico excepcional situado cerca de Brno, en la República Checa. Hace alrededor de 30.000 años fue habitado por gente de la cultura Gravetiense, los cuales utilizaron los huesos de más de 1000 mamuts para construir su asentamiento y realizar esculturas de marfil.

¿La gente prehistórica recogía esta preciosa materia prima de los cadáveres de mamuts -fáciles de encontrar en la gran estepa fría- o era el resultado directo de la caza de ellos para alimentarse?

Igualmente, este asentamiento ha proporcionado un gran número de restos de cánidos, algunos de los cuales tienen características de los perros del Paleolítico. ¿Estos animales fueron utilizados como ayuda en la caza de mamuts?

Para responder a estas dos preguntas, el investigador de laUniversidad de Tübingen, Hervé Bocherens, y un equipo internacional, llevaron a cabo un análisis de los isótopos estables de carbono y nitrógeno que se hallan en los huesos de los fósiles humanos y de los animales encontrados en el lugar.

Junto con investigadores de Brno y Bruselas, fueron capaces de probar que las gentes del Gravetiense de Předmostí comían carne de mamut y cómo los "perros paleolíticos" encajaban en este cuadro de subsistencia.

Constataron que los humanos consumían tal carne de mamut en grandes cantidades. Así mismo, otros carnívoros, como los osos pardos, lobos y glotones, también tuvieron acceso a la carne de mamut, lo que indica la alta disponibilidad de cadáveres frescos de los mismos, muy probablemente dejados por los cazadores humanos.

Pero, sorprendentemente, los perros no mostraron un alto nivel de consumo de carne de mamut, sino, de modo esencial, carne de reno, la cual que no era un alimento básico de sus dueños. Una situación similar se observa en las poblaciones tradicionales de las regiones del norte, donde a menudo alimentan a sus perros con la comida que no les gusta. Estos resultados también sugieren que estos primeros perros fueron restringidos, y probablemente utilizados como ayudantes de transporte.

Los nuevos resultados proporcionan pruebas claras de que el mamut era un componente clave de la vida prehistórica en Europa hace 30.000 años, y que los perros ya estaban allí para ayudar.

Otro estudio, separado del anterior, realizado por Pat Shipman, de la Universidad de Pennsilvania, demuestra que la mayoría de las viviendas prehistóricas eran construidas con colmillos de mamuts, aunque todavía queda por responder la pregunta de cómo podían los humanos de ese periodo cazar tantos mamuts con sus rudimentarios instrumentos.

La profesora Pat Shipman también subraya que posiblemente en la caza les ayudaban sus perros, que rodeaban a los mamuts o los perseguían hasta hacerlos llegar a una trampa donde los humanos los remataban.