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© DesconocidoAl secarse en forma progresiva las lagunas, los peces se quedan sin oxígeno y mueren, obviamente.
En los últimos días aparecieron centenares de peces muertos en las pequeñas lagunas que se formaron a la vera de la autopista Córdoba-Rosario luego de la gran crecida que experimentó el río Ctalamochita en todo el sudeste cordobés a principios del corriente año.

Se presume que este fenómeno se debe al paulatino achicamiento de estas reservorios y a las altas temperaturas que dejaron muy expuestos a los peces que allí se desarrollaron tras el desborde del mencionado recurso hídrico.

Tras observar esta penosa situación, distintas organizaciones ambientalistas de la zona solicitaron a los municipios de Bell Ville y de Morrison y al Gobierno de Córdoba que arbitren los mecanismos necesarios para evitar la muerte de los peces que aún subsisten en estas lagunillas.

Los conductores que habitualmente circulan por el tramo de la Autopista Córdoba-Rosario que une Morrison con Bell Ville se acostumbraron desde abril pasado a ver en los campos vecinos, estas nuevas acumulaciones de agua generadas por la inusual creciente del río Ctalamochita.

Sin embargo, las altas temperaturas provocaron la paulatina evaporación del agua y eso fue dejando desguarnecida a la población ictícola integrada por bagres, sabalos y pejerreyes.

Las imágenes tomadas por Canal 2 de Bell Ville de los centenares de peces muertos ilustran con claridad esta crítica situación que se observa a la largo de una decena de kilómetros paralelos a la autopista..

"En la zona del puente de acceso a Morrison han aparecido muchos peces muertos por la falta de oxigeno. Sin embargo, hay otros que podrían ser rescatados y llevados al río nuevamente", indicaron dirigentes de distintas entidades ambientalistas.

Cuando el Ctalamochita comenzó a elevar su nivel, en marzo pasado, los campos aledaños al río recibieron agua en cantidades superiores a las que podían escurrir normalmente.

Según un informe del Inta local durante la crecida habían quedado bajo el agua unas 130 mil hectáreas en la zona rural que contempla las jurisdicciones de Bell Ville, Morrison y Ballesteros.

Los viajeros que paran a observar lo que sucede en torno a la autopista han identificado varias especies como bagres, mojarras, sábalos, tarariras propias del Ctalamochita.

Los vecinos de la zona pretenden que las autoridades trasladen los peces que aún viven al río ubicado apenas a un par de kilómetros de esas lagunas que están en vías de extinción. Al mismo tiempo se alertó a los pescadores que estos animales no están en condiciones de ser ingeridos por la falta de oxígeno que han sufrido en la mayoría de los casos.