© DesconocidoFósil de dragón marino hallado en México.
Los restos fósiles de un dragón marino correspondientes al Triásico medio hallados en China constituyen una prueba asombrosa de que después de una extinción masiva pueden sobrevivir algunas especies.El descubrimiento de enormes fósiles de un dragón marino que habitaba en los océanos de China hace 247 millones de años es una prueba de que el ecosistema marino global se extendió más de lo que se creía después de la extinción masiva, según
Daily Mail.Llamado
'Nothosaurus zhangi
' en honor al investigador que encontró los fósiles, se estima que el animal medía 6,7 metros de largo y tenía unos dientes parecidos a colmillos que formaban las mayores mandíbulas inferiores de entre los reptiles acuáticos del Triásico. "Este enorme tamaño indica que se trataba indudablemente de un carnívoro", asegura uno de los autores del trabajo, el profesor e investigador asociado de la Universidad Tecnológica de Hefei
Jun Liu.
El acontecimiento llamado extinción masiva tuvo lugar hace 250 millones de años y se cree que borró de la faz de la Tierra el 96% de las especies que existían. Algunos expertos incluso creen que la naturaleza tardó millones de años en recuperar su diversidad biológica.
Antes del descubrimiento del dragón marino se discutía la posibilidad de que todo el complejo del ecosistema hubiera desaparecido y se hubiera recuperado tras la extinción masiva del Pérmico-Triásico, la mayor ocurrida en la Tierra. Era evidente que los ecosistemas se recuperaron solo en el período del Triásico medio.
"Nuestro descubrimiento demuestra que el proceso de la recuperación biótica en los mares es globalmente sincrónico", asegura Lui.
Comentario: La Historia está siendo reescrita gracias a genuina investigación científica con verdadera vocación por la verdad y el conocimiento, ya es oficial que continentes enteros o enormes regiones del planeta fueron devastadas y sumergidas por catástrofes a escala planetaria que han ocurrido en el pasado reciente, apenas un puñado de años atrás.
También paulatinamente se hace más fuerte y concreto el hecho objetivo que estas catástrofes no son ni esporádicas, ni casuales, sino todo lo contrario, son frecuentes y periódicas.Un conocimiento cabal y profundo de la naturaleza de estos eventos y de sus implicaciones es indispensable para afrontar el futuro con conciencia, y poder actuar con miras a mitigar, o tal vez, evitar las consecuencias de dichos sucesos.
El problema no es sólo que destruir nuestro entorno físico tiene consecuencias; destruir los valores que nos hacen ser humanos, nuestras consciencias, nuestras almas, también tiene consecuencias:
"...la historia humana parece definirse por una sucesión de élites gobernantes más o menos corruptas, y si hemos de suponer que este tipo de corrupción (y su propagación por toda la sociedad) es el mecanismo por el cual una civilización atrae a las catástrofes cósmicas, culpar y deponer a la élite es una buena solución. El problema, sin embargo, es que el mecanismo subyacente no es entendido por el pueblo, lo que significa que no tienen el conocimiento de que, si se quiere evitar más destrucción, se debe, a toda costa, evitar el establecimiento de cualquier élite corrupta en el futuro.
"Al final, tanto el pueblo como la élite buscan un paradigma que resta importancia a las catástrofes cíclicas, pero lo hacen por diferentes razones. La gente quiere aliviar la enorme presión de una gran catástrofe certera pero impredecible, mientras que la élite quiere permanecer en el poder. El compromiso que sirve a ambos objetivos es la ilusión de una élite que es capaz de proteger a la gente de cualquier desastre. Esta ilusión puede adoptar diversas formas: rituales para apaciguar a los dioses, la revisión de la historia que muestra una evolución de la humanidad uniformista, sin incidentes, y mucha, mucha propaganda.
"Esta mentira funciona bien durante los periodos de calma entre dos grandes catástrofes. Sin embargo, la historia muestra que cuando las hambrunas, los terremotos y las plagas han atacado y cobrado bien caro, cuando los volcanes hacen erupción o los cometas flamean en el cielo o las tormentas de meteoros y las anomalías del tiempo aumentan, se derrumba la ilusión, la raison d'être [razón de ser] de las élites (es decir, proteger a las personas) colapsa y el objetivo ha sido y siempre será, en última instancia, las clases dominantes. Y ellos lo saben. Así, que cuando, tal como Anaxágoras, Sócrates o Critias mencionan estos hechos incómodos, son silenciados a través del ridículo y la calumnia, e incluso la muerte.
"Si las masas de la humanidad fueran a reconocer las verdaderas causas de estos fenómenos, esto implicaría el reconocimiento de la falta de poder de la élite y por lo tanto el final de su "mandato del cielo".
"Por supuesto, en el comienzo de estos tiempos de problemas, la gente quiere creer que su gobierno - sus reyes y la elite gobernante - son lo suficientemente potentes, o lo suficientemente puros, para controlar a la naturaleza a modo que las inundaciones, los incendios forestales, los terremotos y las erupciones volcánicas cesen y todo vuelva a la normalidad. Y la élite gobernante toma ventaja de esto durante esos momentos, tratando de encontrar chivos expiatorios probables en otras naciones, algunos grupos de minoría en su propio país, o sus enemigos personales - incluyendo aquellos que están señalando que podría ser su corrupción la que está atrayendo a todos los males - con el fin de distraer a la población general de sus [de la élite] propios posible pecados de comisión u omisión. Esto significa que tal período puede incluir guerras prolongadas y la acompañada carga necesaria de impuestos, las persecuciones de un grupo u otro, el aumento de la histeria social y el descontento general, hasta que por fin, un día, el pueblo, como un todo, despierta y ve que sus gobernantes se han comportado muy mal y toda la culpa se vierte sobre ellos. Esto es irónico porque una cosmovisión antropocéntrica, donde el hombre cree que él tiene el control, impide que las personas - incluso la gente en el poder - sean conscientes de las realidades de nuestra existencia en este planeta, que incluyen eventos cósmicos destructores de civilizaciones."
Intenciones celestiales: Cometas y los cuernos de Moisés
Sugerimos también a nuestros lectores la lectura de los libros:
La Historia Secreta del Mundo (Laura Knight-Jadczyk)
Cometas y los cuernos de Moises (Laura Knight-Jadczyk) (en inglés)
y los artículos:
-
Meteoritos, asteroides y cometas: daños, desastres, heridas, muertes y encuentros muy cercanos
-
Tunguska, los cuernos de la luna y la evolución
-
El Peligro de las bolas de fuego y los cometas para la civilización
-
Nueva luz sobre la Peste Negra: La conexión cósmica
Comentario:
La Historia está siendo reescrita gracias a genuina investigación científica con verdadera vocación por la verdad y el conocimiento, ya es oficial que continentes enteros o enormes regiones del planeta fueron devastadas y sumergidas por catástrofes a escala planetaria que han ocurrido en el pasado reciente, apenas un puñado de años atrás. También paulatinamente se hace más fuerte y concreto el hecho objetivo que estas catástrofes no son ni esporádicas, ni casuales, sino todo lo contrario, son frecuentes y periódicas.
Un conocimiento cabal y profundo de la naturaleza de estos eventos y de sus implicaciones es indispensable para afrontar el futuro con conciencia, y poder actuar con miras a mitigar, o tal vez, evitar las consecuencias de dichos sucesos.
El problema no es sólo que destruir nuestro entorno físico tiene consecuencias; destruir los valores que nos hacen ser humanos, nuestras consciencias, nuestras almas, también tiene consecuencias:
La Historia Secreta del Mundo (Laura Knight-Jadczyk)
Cometas y los cuernos de Moises (Laura Knight-Jadczyk) (en inglés)
y los artículos:
- Meteoritos, asteroides y cometas: daños, desastres, heridas, muertes y encuentros muy cercanos
- Tunguska, los cuernos de la luna y la evolución
- El Peligro de las bolas de fuego y los cometas para la civilización
- Nueva luz sobre la Peste Negra: La conexión cósmica