El testimonio de Valentina acerca de su propio sufrimiento, por una vacuna que no necesitaba y por el abandono de los sistemas de salud, es absolutamente desgarrador.
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Valentina.
Valentina solo tiene trece años, pero con la claridad de una persona mayor, narra el viacrucis que lea ha tocado sufrir, por culpa de una vacuna que no necesitaba y que además se la aplicaron por segunda vez por medio de coacción psicológica, cuando su madre había dicho que NO se la aplicaran por los efectos dañinos que había sufrido la primera vez.

Valentina está segura de que sus dolencias fueron causadas por la vacuna. El gobierno la tilda de "loca".