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La ola invernal que azotó Dallas el viernes, con 15 centímetros de nieve, obligó a las autoridades locales a trabajar horas extras para recuperar la normalidad en la ciudad a tan sólo horas de la celebración del tradicional partido del Super Bowl de la NFL.

La nieve y el hielo anterior que ya cubría las carreras y calles de la ciudad hizo que la circulación en automóvil fuese muy peligrosa y también se cancelaron cientos de vuelos cuando decenas de miles de aficionados al fútbol americano intentaban llegar a Dallas para el Super Bowl.

Autoridades de Texas trabajan arduamente para revertir los efectos de la nevisca del martes, parte de un frente frío que paralizó esta semana gran parte del país con nevadas, tormentas eléctricas y temperaturas heladas, cuando llegó de nuevo la nieve.

El pronóstico meteorológico prevé para hoy un día soleado con temperaturas de 5 a 10 grados centígrados y los organizadores dijeron que el techo retráctil del estadio permanecerá cerrado, ante la posibilidad de lluvia.

De igual forma, organizadores del evento chequean y alistan los dispositivos para garantizar la seguridad.

Detectores de metales, cacheo manual, escáneres y revisión con perros amaestrados son algunas de las medidas que se aplicarán a los fans que asistan al Super Bowl en el gigantesco Dallas Cowboys Stadium, informó DPA.

Considerado un evento de "seguridad nacional" por las decenas de miles de personas que se concentran dentro y fuera del estadio, las disposiciones de protección incluyen aviones de combate, restricción del espacio aéreo y la participación de 60 entidades gubernamentales, con costo seis millones de dólares.