Fuente: La Gran Época. com | 7 de abril de 2015 (Ampliado, revisado y editado por G.C.C.)

El homínido de Denísova, que habitó en Atapuerca hace 400.000 años y en las montañas de Altai hace 50.000 años, dejó su herencia no sólo en la población de Nueva Guinea y otras islas de Oceanía, tal como se pensaba, sino también en la población del hombre moderno, de modo generalizado.

Mapa Denisova
© DesconocidoMapa en el que se muestra la propagación de los homínidos de Denisova
 Penggfei Qin
© Desconocido
Un análisis del genoma prehistórico sugiere que la ascendencia de ADN
Mark Stoneling
© Desconocido
del homínido de Denísova en el hombre moderno está más generalizada
a nivel global de lo propuesto inicialmente, según un estudio publicado el
pasado 3 de abril por Penggfei Qin (izquierda) y Mark Stoneling (derecha),
ambos del Instituto Max Planck.

Investigaciones anteriores habían indicado que su ascendencia se encontraba sólo en las poblaciones rurales de los humanos modernos que habitan en las islas del sudeste de Asia y Oceanía.

Posteriormente, un estudio del ADN de homínidos de Atapuerca en España, que vivieron hace 400.000 años atrás, demostró que tenían ascendencia denisovana, tal como la descubierta en las montañas de Altai, en Rusia. Es decir hubo denisovanos en Europa occidental en dicho periodo temporal.

En el nuevo estudio los datos del genoma de 2.493 individuos de 221 poblaciones rurales de todo el mundo muestran genes del hombre de Denísova en el hombre moderno de Eurasia del Este y en las poblaciones rurales nativas de América del Norte, si bien en baja proporción.

Mapa Denisova B
© Desconocido
También se verificó un mayor nivel de ascendencia denisovana en Oceanía que en Eurasia del Este y América del Norte. La ascendencia denisovana en Oceanía se correlaciona con la cantidad de ascendencia denisovana de Nueva Guinea, pero no con la cantidad de ascendencia denisovana en Australia, lo que indica que un reciente flujo de genes de Nueva Guinea probablemente fue el responsable de la ascendencia denisovana en Oceanía.

Sin embargo, la ascencendencia denisovana en las poblaciones de Eurasia del Este y América del Norte se correlaciona igualmente con Nueva Guinea o con Australia, lo que sugiere una fuente común para la ascendencia denisovana en Eurasia del Este, América del Norte y las poblaciones de Oceanía.

"Nuestros resultados sugieren que la ascedencia denisovana en Eurasia del Este y América del Norte se deriva o bien de un ancestro común, o bien de un flujo de genes de un ancestro común procedente de Nueva Guinea y de los australianos", según la cita del análisis de Paleoantropologia Hoy, con fecha 6 de abril.

El genoma del homínido de Denísova se obtuvo del hueso de un dedo de una persona que vivió hace 50.000 años, en la cueva Denísova de las Montañas Altai.

En el estudio también se estudiaron los genomas de otros hombres prehistóricos conocidos: Indija, Feldhofer, y de Sidrón. Esto ha permitido comprender que entre los neandertales, denisovanos y los primeros humanos modernos, se produjeron varios eventos de cruces con flujo de genes.

De ello deriva que "el ADN de los denisovanos comparte un 5% de variantes con el de los melanesios de Papúa Nueva Guinea y la isla de Bougainville, los aborígenes australianos, los nativos de Fiji, los indonesios del este, y los Mamanwa (Filipinas) que no se encuentran en los asiáticos del este del continente, los indonesios occidentales, los Jehai (Malasia), y los Onge (Islas Andamán)", agrega Paleoantropologia Hoy.

En los asiáticos, así como en los nativos americanos, los denisovanos aportan un 0,2% de los genes.

Neandertal

Los neandertales aportaron a su vez al hombre moderno alrededor del 1,5 a 2,1% de su genoma. Entre ellos el ADN de estos antepasados que vivieron en la cueva Mezaiskaaya, en la República de Adygea, situada en las colinas del noroeste de las montañas del Cáucaso, es el más cercano a los encontrados en el hombre actual.

Sobre el homínido que vivió hace 400.000 años en Atapuerca, éste sería el antepasado más común entre los neandertales y denisovanos conocidos hasta la fecha.

Otro dato aportado es que todos los genomas analizados muestran evidencia de una reducción en el tamaño de la población en el pasado prehistórico. Posteriormente, esta población ancestral de los hombres modernos aumentó de tamaño, mientras que las poblaciones ancestrales de Altai y denisovanos disminuyeron aún más.