Los vulcanólogos declararon a dos volcanes -de la región de Kamchatka, en Oriente Lejano de Rusia- peligrosos para la aviación. La causa de este aviso es que las montañas Karimski y Kizimén lanzan ceniza a una altura hasta 4 kilómetros sobre el nivel del mar. Las pequeñas partículas de este material volcánico pueden dañar los mecanismos de los aviones y provocar posibles catástrofes.

Los expertos afirman, que por el momento ambos no presentan peligro para la población, aunque no pueden predecir cómo va a evolucionar la situación y si va a aumentarse la potencia de las erupciones.

Karimski es uno de los volcanes más activos de Kamchatka, donde se ubican, según distintas estimaciones, desde algunos centenares hasta más de un millar. Su altitud es de 1.536 metros, y se sitúa a unos 125 kilómetros de Petropávovsk-Kamchatski, la capital de la región. Es bastante conocida su erupción del año 1996, ya que entonces una erupción submarina en un lago cercano destruyó toda forma de vida cercana. El lago todavía sigue padeciendo las consecuencias.


Kizimén está a unos 100 kilómetros más lejos de la capital y su altura es de 2.485 metros. Su actividad sigue aumentándose desde el año 2009, cuando entró en la erupción.

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