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© WikipediaLa chabola de la Hechicera, dolmen de Elvillar (Álava), que no ha sido analizado en este estudio. Imagen: Josu Goñi Etxabe. Fuente: Wikipedia.Una investigación de la Universidad del País Vasco/EHU cuestiona la extendida idea de que durante el Neolítico final y el Calcolítico (Edad del Cobre) las sociedades eran igualitarias.
Las desigualdades sociales ya estaban en el Neolítico, y en la posterior Edad de Cobre. Así lo cree un equipo de la Universidad del País Vasco, que ha investigado enterramientos de Álava y La Rioja, observando ausencia de menores de cinco años y de mujeres en los mismos, lo que cuestiona la idea de que los enterramientos colectivos eran igualitarios.

El trabajo, titulado en español Evidencia demográfica de enterramiento selectivo en sepulcros megalíticos del norte de España, es obra de Teresa Fernández-Crespo y Concepción de la Rúa, del Departamento de Genética, Antropología Física y Fisiología Animal de la Universidad, y se ha publicado en la revista Journal of Archaeological Science.

Los datos obtenidos por Fernández-Crespo en siete tumbas megalíticas de La Rioja y Álava apuntan que se excluía de los enterramientos a determinados individuos por "criterios de edad y tal vez de sexo". Así, la existencia de un sistema funerario que marginaba a buena parte de la población, según la investigadora de la UPV/EHU, podría estar indicando que el uso colectivo de un mismo espacio funerario, que ha sido entendido a menudo como signo igualitario de las sociedades megalíticas, estaría en realidad enmascarando los privilegios de unas comunidades incipientemente jerarquizadas.
"En el artículo proponemos que hubo una selección intencional de los sepultados, basándonos en que la composición demográfica de los megalitos (monumentos de piedra) muestra importantes anomalías con respecto a una población natural de tipo arcaico. El sesgo identificado, que afecta casi sistemáticamente a los niños menores de cinco años, pero también a ciertos adultos, sobre todo femeninos, podría estar indicando que el acceso a los dólmenes quedaba restringido solo a aquellas personas que gozaban de determinados derechos o privilegios, en contra de lo sostenido habitualmente por la literatura arqueológica tradicional", revela Fernández-Crespo en la nota de prensa de la universidad.
Ella y su colega han analizado siete dólmenes: dos de ellos situados en un municipio de la actual provincia de Álava (Alto de la Huesera y San Martín, ambos en Laguardia) y cinco en localidades de La Rioja (La Cascaja en Peciña, Collado del Mallo en Trevijano, Peña Guerra II en Nalda, Collado Palomero I en Viguera y Fuente Morena en Montalvo de Cameros).

El número de individuos, hallados en estas siete tumbas megalíticas es diverso y varía entre menos de diez (en el caso de Fuente Morena, por ejemplo) y más de un centenar de sujetos (en el caso de Alto de la Huesera), haciendo un total de 248.

Análisis de isótopos


Respecto a la idea de que los monumentos fueran espacios funerarios reservados para un grupo específico de la población, una posible explicación, aunque no la única, concluye Fernández-Crespo, podría estar relacionada con la existencia de diferentes estatus entre la población.
"Si aceptamos esta hipótesis, sería plausible que los restos de aquéllos que tuvieran una posición social más baja (y por ello tal vez no cumplieran los requisitos de acceso para ser incluidos en los dólmenes) fueran depositados en otras estructuras funerarias cuya construcción y mantenimiento requiriera menos esfuerzo como, por ejemplo, cuevas naturales, abrigos bajo roca o fosas".
Sin embargo, continúa, "el presente estado de la investigación no permite refutar que otras causas poblacionales o culturales puedan descansar detrás de esta selección de inhumados. A este respecto, es posible que los análisis de isótopos estables que estamos realizando actualmente en la Universidad de Oxford [Reino Unido] sobre restos óseos procedentes de algunas de estas tumbas puedan arrojar algo de luz sobre el asunto".

Fernández-Crespo es investigadora postdoctoral del Gobierno Vasco en la UPV/EHU y en el Research Laboratory for Archaeology and the History of Art de la Universidad de Oxford, donde desarrolla un proyecto de investigación centrado en el estudio de la dieta y la movilidad de las poblaciones neolíticas y calcolíticas del Valle del Ebro, a través del análisis de isótopos estables como vía para entender la diversidad de espacios coetáneos utilizados como lugares de enterramiento en dicho contexto.

Precedente

Una investigación publicada en 2012 por la Universidad de Bristol (Reino Unido) ya mostró desigualdades sociales reflejadas en los enterramientos: los agricultores enterrados con herramientas hace más de 7.000 años tenían acceso a mejores tierras que los enterrados sin ellas.

El análisis de isótopos de estroncio de los esqueletos, que proporciona indicaciones sobre su lugar de origen, indicó que los hombres del Neolítico enterrados con diferentes azuelas de piedra (herramientas utilizadas para trabajar la madera), mostraban trazas de isótopos menos variables que los hombres enterrados sin azuelas. Esto sugiere que los enterrados con azuelas tuvieron acceso a más -y probablemente mejor- tierra, que los enterrados sin herramientas.
Referencia bibliográfica:

Teresa Fernández-Crespo, Concepción de-la-Rúa: Demographic evidence of selective burial in megalithic graves of northern Spain. Journal of Archaeological Science (2015). DOI: 10.1016/j.jas.2014.11.015