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El Gobierno chino anunció una inversión de 1.000 millones de dólares (730,2 millones de euros) para paliar la peor sequía que vive el este del país desde hace 200 años y que ha dejado sin agua potable a 2,6 millones de personas.

El diario oficial "China Daily" informa hoy que la decisión fue tomada ante el avance de la sequía en el norte y este del país, lo que está afectando además al precio de cereales como el trigo, que ya registró récords de precios por la inflación en 2010.

La situación es tan grave que la ONU ha alertado de las graves consecuencias que la sequía puede tener en la cosecha de invierno china.

El departamento meteorológico de la provincia central de Henan está llevando a cabo campañas de lluvia artificial, en las que se bombardea las nubes con químicos como el yoduro de plata para provocar la lluvia, una medida que también se ha adoptado en Pekín, que hoy registra su primera nevada del invierno.

La sequía es la peor que se registra en la provincia oriental de Shandong en 200 años, y la más grave en seis décadas en el resto de zonas afectadas del país.

El presupuesto destinado a paliar esta situación se usará para construir pozos e instalaciones de irrigación de emergencia y para trasvasar agua a las zonas más afectadas, señaló en un comunicado el Consejo de Estado (poder ejecutivo) tras una reunión de urgencia dirigida por el primer ministro, Wen Jiabao.

Entre las medidas están incluyen algunas para proteger la producción de cereales y elevar los subsidios a los campesinos para afrontar las pérdidas en las zonas de mayor sequía.

El Ejecutivo alertó de que la situación puede todavía empeorar, ya que los pronósticos indican un nivel muy bajo de lluvias en el norte y este del país, por lo que las cosechas más afectadas serán las de trigo, pues las de arroz son cultivadas en el sur.

Unos 2,57 millones de personas y 2,79 millones de cabezas de ganado sufren escasez de agua potable, hasta tal punto que la Organización para la Agricultura y la Alimentación de la ONU (FAO) alertó el martes sobre el impacto que la carencia de agua puede tener en los cultivos para alimentar al país más poblado del mundo, con 1.340 millones de habitantes.

Las principales provincias afectadas son Shandong, Jiangsu, Henan, Hebei y Shanxi, y en ellas se produce un 80 por ciento de las cosechas de trigo de invierno chinas.