RTlun, 08 jun 2015 11:30 UTC
EE.UU. afronta problemas de democracia, ya que algunos políticos tratan de impedir la alta participación ciudadana en las elecciones, opina el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio.
© Quino
El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, del partido Demócrata, considera que EE.UU. afronta problemas de falta de democracia en los procesos electorales y acusó a gran parte de los políticos norteamericanos de promover la baja participación de los ciudadanos en las elecciones. "Seamos realistas, mucha gente de la clase política ha tratado de impedir la participación de los votantes ya que prefieren un electorado pequeño", declaró el funcionario en una entrevista para la cadena
CBS.
De Blasio aseguró que el país necesita una serie de reformas en este ámbito, entre ellas un registro de votantes más fácil en todo el país y la regulación del proceso electoral por cada estado, y no por parte de la ley federal. Al mismo tiempo, el alcalde expresó su apoyo a la candidata a la presidencia
Hillary Clinton, con quien comparte la idea de las reformas.
"Ella propuso la idea de la estrategia nacional para dinamizar la votación, para que la gente participe. Creo que trata de decir que es hora de acabar con el estatus quo", afirmó De Blasio. "Es hora de volver a involucrar a todos los norteamericanos en nuestro proceso democrático", concluyó.
Comentario: Esto es algo que ocurre a menudo, proclamar un enunciado cierto a partir de una premisa desacertada o falaz. La sentencia de De Blasio es correcta, EE.UU. tiene serios problemas de democracia, de hecho posiblemente sea de los países menos democráticos del mundo. Tenga en cuenta que el bipartidismo estadounidense es de los más longevos y "sobresalientes" del planeta y el electorado norteamericano es extremadamente vulnerable a la manipulación. Por otro lado el aparato propagandístico montado por los grandes multimedios al servicio de los intereses políticos y económicos que permanecen en el poder trascendiendo banderas políticas o ideológicas es de los más descomunales del globo. Es claro que los resultados de la elecciones en EE.UU. poco tienen que ver con la voluntad popular o con encarnar el "gobierno del pueblo" en verdaderos representantes de sus intereses.
El asunto aquí es que al parecer el reclamo del alcalde se debe a una conveniencia política de cara a las próximas elecciones. Por un lado es posible que al partido Demócrata le esté conviniendo, como ocurrió con la elección que llevó a la presidencia a Obama, que el ciudadano común (que incluye entre otras cosas a varios grupos étnicos como afroamericanos y latinos) impulsado por sus preocupaciones cotidianas se vuelque a las urnas masivamente. Por el otro quizá al partido Republicano le convenga en esta ocasión el voto de una élite electoral intelectualizada o proclive a ver con buenos ojos la agenda más manifiestamente enfocada en la seguridad nacional y el excepcionalismo norteamericano. Este campo de batalla es el contexto donde el alcalde de Nueva York proclama esta sentencia tan cierta pero lamentablemente gestada a partir de intereses políticos y no como una genuina crítica a uno de los sistemas "democráticos" más cuestionados del globo.
Comentario: Esto es algo que ocurre a menudo, proclamar un enunciado cierto a partir de una premisa desacertada o falaz. La sentencia de De Blasio es correcta, EE.UU. tiene serios problemas de democracia, de hecho posiblemente sea de los países menos democráticos del mundo. Tenga en cuenta que el bipartidismo estadounidense es de los más longevos y "sobresalientes" del planeta y el electorado norteamericano es extremadamente vulnerable a la manipulación. Por otro lado el aparato propagandístico montado por los grandes multimedios al servicio de los intereses políticos y económicos que permanecen en el poder trascendiendo banderas políticas o ideológicas es de los más descomunales del globo. Es claro que los resultados de la elecciones en EE.UU. poco tienen que ver con la voluntad popular o con encarnar el "gobierno del pueblo" en verdaderos representantes de sus intereses.
El asunto aquí es que al parecer el reclamo del alcalde se debe a una conveniencia política de cara a las próximas elecciones. Por un lado es posible que al partido Demócrata le esté conviniendo, como ocurrió con la elección que llevó a la presidencia a Obama, que el ciudadano común (que incluye entre otras cosas a varios grupos étnicos como afroamericanos y latinos) impulsado por sus preocupaciones cotidianas se vuelque a las urnas masivamente. Por el otro quizá al partido Republicano le convenga en esta ocasión el voto de una élite electoral intelectualizada o proclive a ver con buenos ojos la agenda más manifiestamente enfocada en la seguridad nacional y el excepcionalismo norteamericano. Este campo de batalla es el contexto donde el alcalde de Nueva York proclama esta sentencia tan cierta pero lamentablemente gestada a partir de intereses políticos y no como una genuina crítica a uno de los sistemas "democráticos" más cuestionados del globo.