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La nueva oleada de inmigrantes ilegales llegada a Italia en los últimos días mantiene hoy sobre ascuas a las autoridades locales que reclaman alarmadas ayuda de emergencia a la Unión Europea (UE). Más de cinco mil indocumentados procedentes del norte de África arribaron hasta el domingo a la mediterránea isla de Lampedusa, donde el gobierno de Roma decretó "estado de emergencia sanitaria".

El ministro italiano del Interior, Roberto Maroni, cuestionó la víspera la pasividad de la UE frente al pedido de intervención urgente al bloque regional "porque el Magreb está estallando", dijo.

Desde el viernes Roma solicitó la convocatoria urgente de un Consejo Europeo de Justicia e Interior para evaluar la situación en Lampedusa, pero hasta el momento la jefatura comunitaria no ha respondido.

El ministro manifestó su preocupación y anunció que pediría al gobierno de Túnez, de donde procede la mayoría de los ilegales, permiso para que contingentes italianos intenten contener el éxodo.

Analistas consideran que las revueltas populares acontecidas en varios países norafricanos desde finales de enero, y el buen tiempo en el Mediterráneo inciden en el incremento de las entradas ilegales. Lampedusa es la mayor de las islas del archipiélago de las Pelagias, tiene una extensión de 20 kilómetros cuadrados y está ubicada en el mar Mediterráneo, a 113 kilómetros de Túnez.

En mayoría, los indocumentados permanecen en el campo de futbol de la isla, aunque las autoridades locales anunciaron la apertura del centro de identificación y expulsión de inmigrantes.