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Alrededor de cien precarias viviendas de las islas del Brazo Aña Cuá, zona de Ayolas, son afectadas por el la crecida del Paraná. El río registra una subida importante en el puerto de Ayolas que alcanza 4, 20 m. El normal es de 1, 70 m. Autoridades de la Prefectura Naval alertan que podría alcanzar 4, 60 m, situación que provocaría incluso, inundaciones en los barrios periféricos de Ayolas.

Según un informe de los militares, el fenómeno se produce por las intensas precipitaciones que se producen en el territorio brasileño, cuenca del río Paraná y que eventualmente duraría una semana. En las islas, especialmente San Pablo, Isla Pucú y Kuña Paso, la situación es crítica atendiendo que este lunes, en horas de la mañana, el agua ya inunda precarias viviendas y cultivos de rubros de consumo familiar.

Las islas afectadas se hallan por debajo de las compuertas del brazo Aña Cuá, de la hidroeléctrica Yacyretá, que al abrirse por la cantidad de caudal de agua, afecta, en pocas horas a los pobladores de la zona. Muchas familias abandonaron las islas y buscan refugio en la zona de la compañía Atingy y los barrios de Ayolas.

Los pescadores, se resisten a abandonar sus lugares atendiendo que la mayoría tiene animales domésticos y plantaciones. Teodoro Acuña; poblador de la zona, lamentó la situación al explicar que los últimos años las inundaciones ya son constantes, y no como antes cuando se producía cada tres a cuatro años.

"Ya no se puede hacer nada; acá tengo mucha plantación de bananas; mandiocas, poroto, maíz, zapallos; y todo esto se funde con dos o tres días de inundación; es una pena, me voy a quedar sin nada", expresó. El agua, ya inundó su precaria vivienda donde vive con sus seis hijos menores y su esposa; y gran parte de sus cultivos.

"Además, con esta cantidad de agua no se puede pescar; es muy poco lo que se consigue", indicó. Más afectados. En la isla denominada "Isla Pucú", cercana a la ciudad de Ayolas, la situación es más dramática aún. "Con estas inundaciones constantes; no tenemos otra salida que dejar estos lugares, pero primero deben pagarnos una indemnización", indicó Estefana Segovia, pobladora de la zona.