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Más de 40 réplicas del devastador terremoto de febrero de 2010 han sacudido desde el viernes el centro-sur de Chile, generando zozobra en la población y advertencias de los sismólogos de que éstas pueden prolongarse hasta por cinco años.

Un fuerte sismo de 6,8 grados en la escala de Richter registrado el viernes en la región de Bio-Bio -500 kilómetros al sur de Santiago- desencadenó una serie de réplicas, que según el director de la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi), Vicente Núñez, superan las 40 en la madrugada de este lunes.

"Se han producido 42 réplicas a partir del sismo registrado el viernes" , dijo a la prensa Núñez.

"No se reportan situaciones de emergencia" producto de esta cadena de seísmos entre los 4,1 y los 6,2 grados, agregó el funcionario.

"Tenemos registrados varios eventos durante la noche (del domingo) y el mayor de ellos fue uno de 6,2 que ocurrió alrededor de la medianoche" en la región del Maule (250 km al sur de Santiago), informó este lunes a medios locales el sismólogo de la Universidad de Chile Sergio Barrientos.

Ante esta situación, miles de pobladores de las zonas afectadas se lanzaron a tiendas y estaciones de servicio para abastecerse de víveres y combustible ante el temor de que se repita un terremoto de la magnitud del que sacudió Chile en febrero de 2010, que alcanzó los 8,8 grados y que dejó 523 muertos y 24 desaparecidos.

El terremoto fue seguido por un tsunami que arrasó varias localidades costeras del sur del país.

"La gente de la región (de Bio-Bio) se encuentra traumatizada debido a los temblores y al terremoto del 27 de febrero, y quiero hacer un llamado a la calma, la gente se abastece pero los servicios funcionan de buena manera", dijo a la prensa local Gonzalo Arroyo, director de Onemi en la región de Bio-Bio.

Según expertos, la seguidilla de temblores de este fin de semana es normal y corresponde a las réplicas que siguen a todo gran sismo.

"Los expertos han anticipado que podemos sentir réplicas hasta por cinco años del terremoto de febrero pasado", dijo el presidente chileno, Sebastián Piñera, el viernes pasado.

Según el sismólogo Sergio Barrientos, las réplicas "probablemente se extiendan al menos un año" más, pero dudó que se registre un nuevo terremoto de la magnitud del registrado en febrero de 2010.

"Para que ocurra un terremoto de 8,8 grados es probable que tengamos que esperar unos 200 años, porque se necesita acumular esa energía durante décadas o centenas de años", dijo Barrientos a radio Cooperativa.

Pese a esto, autoridades de Concepción iniciaron una fiscalización de los hospitales de la región para ver que estén preparados en caso de una nueva emergencia por los sismos.

Arroyo, director regional de la Onemi, visitó este lunes varios centros hospitalarios.

"No es para llamar a la alarma a la población, pero correspondía realizar una fiscalización de este tipo que no la habíamos hecho en conjunto con la autoridad sanitaria", dijo a medios locales.

"Estamos viendo que estos centros cumplan con un estándar mínimo, que tengan independencia energética por lo menos por un día o una cantidad mínima de horas, que tengan agua, que tengan sus insumos básicos", explicó.

El Gobierno chileno anunció la semana pasada que la reconstrucción total por los daños que dejó el terremoto de febrero de 2010 y que ascienden a los 30.000 millones de dólares, se concluirá en 2014.

Chile es uno de los países con mayor actividad sísmica del mundo y en el que se produjo en 1960 el peor terremoto conocido por el hombre que alcanzó los 9,5 grados en la escala de Richter, y que mató a unas 10.000 personas.