Los expertos en psicología y neurociencia de la soledad Stephanie y John Caciopo, de la Universidad de Chicago (EE.UU.), fueron los encargados de realizar el estudio, para el que entregaron un 'cuestionario de la soledad' a 38 personas 'muy solas' y a 32 que 'no se sienten solas', describió el portal 'The Independent'.
Tras evaluar las consecuencias de la soledad, demostraron que esta puede tener un impacto psíquico, ya que el cerebro de los solitarios actúa de manera distinta del de las personas que están acompañadas. Concretamente, descubrieron que las personas que viven solas están más alerta a las amenazas y al posible peligro que representan los extraños.
En ese sentido, 'Psychology Today' destacó que cuando prima el sentimiento de aislamiento social el sistema nervioso cambia de manera automática al modo de 'autopreservación', por lo que el individuo está a la defensiva, aunque no haya una amenaza real en su entorno.
Comentario: Lo cual puede llegar a incrementar el nivel de estrés inconsciente, algo que de por sí puede llegar a tener efectos en nuestra salud, y, por ende, en nuestro estado de ánimo:
Durante el estudio también se colocaron electrodos a los voluntarios para registrar las ondas cerebrales y se empleó un test con palabras como 'fiesta', 'solo', 'solitario', 'alegría' y 'tristeza', que fueron calificadas como 'social/positivo', 'social/negativo', 'no social/positivo' y 'no social/negativo'.
Como resultado, Stephanie y John Caciopo detectaron que los solitarios adquirían una actitud de vigilancia cuando calificaban una palabra como 'socialmente negativa', situación que no ocurrió con el resto de las personas.
Por lo tanto, detallaron que el cerebro de los solitarios está condicionado para detectar las amenazas sociales más rápidamente de lo que se considera 'normal'. Por eso, concluyeron que, de manera subconsciente, las personas solas realizan una búsqueda de la negatividad.
Comentario: Como todo en el mundo, nos parece que se trata de encontrar una forma balanceada de vivir, ser parte de una comunidad en la que podemos hallar una voz amistosa o un oído atento es tan importante como el espacio propio, algo que también es necesario, un espacio en el que podamos ser nosotros mismos, en el que podamos entrar en contacto con partes de nuestro ser que usualmente no son visibles en el trajín de la vida diaria.
El problema viene cuando nos convertimos en personas solitarias, no sólo por lo expuesto en el artículo, sino además seremos más propenso a quedarnos atrapados a cualquier tipo de adicción: