Francia quiere que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) controle "por completo" el escudo antimisiles que posee en Europa y no Estados Unidos.
obama hollande
© Sott.netFrancia muestra un poco de rebeldía ¿Qué hará EE.UU. para corregir este "mal" comportamiento?
Según informó el miércoles el diario estadounidense The Wall Street Journal citando a un alto cargo francés, París está dispuesto a rechazar que la OTAN controle el sistema de defensa de misiles europeo, que ha sido construido principalmente por Estados Unidos.

La decisión, explica el funcionario francés, se debe a que el sistema de mando y control de la OTAN no está listo y, de facto, sigue siendo estadounidense, y no de la Alianza.

Aun con todo, altos funcionarios estadounidenses y de la OTAN intentarán que Francia cambie de opinión antes de la cumbre de la Alianza del próximo mes de julio, cuando está prevista la entrega del control del sistema a la OTAN y el anuncio oficial sobre el inicio de su funcionamiento.


Comentario: Mmmm... así que intentarán que cambie de opinión... Esto puede significar que pronto podríamos estar informando sobre un nuevo atentado "terrorista" en Francia u otro avión francés que "por accidente" se precipita por algún "piloto loco" que decide suicidarse porque se le encarnó una uña del pie.


EE.UU., a su vez, ha advertido de cualquier demora en la entrega del sistema, ya que, insiste, puede ser traducida por los rusos como "una señal de debilidad" y deserción debido a la presión que han ejercido, indica The Wall Street Journal.


Comentario: Vaya excusa estúpida y ridícula. Los rusos no tienen intenciones de escalar un conflicto militar ni con EE.UU. ni con la UE, ni tampoco tienen ánimos expansionistas; ellos sólo quieren una convivencia en paz donde prosperen las buenas relaciones comerciales y los países de Europa se beneficien mutuamente a través de una integración real y no como resultado de una estrategia foránea que no hace más que hundirlos cada vez más en la miseria y la desesperación.

Washington está apurado porque debe detener a cualquier costo a quien siente que amenaza desensamblar con su sola existencia la estructura hegemónica que ha construido durante décadas y en la que basa su superioridad sobre el resto de las naciones del planeta. Este es el único idioma que sabe hablar EE.UU., el de la brutalidad, el atropello, y la belicosidad.


El jueves pasado, Moscú denunció la puesta en marcha del sistema antimisiles de EE.UU. en Rumanía al calificarlo de una amenaza para la seguridad de Rusia.

En la base aérea de Deveselu, en el sur de Rumanía, está desplegado el sistema antimisiles formado por los cohetes interceptores SM-2; está comprendido dentro de la segunda fase del proyecto de escudo antimisiles estadounidense tras la colocación de un radar en Turquía y de cuatro destructores Aegis en la base militar de Rota (sur de España).

La tercera fase que se está poniendo en marcha en Polonia, cuyo funcionamiento está previsto para finales de 2018, ha provocado la reacción de las autoridades rusas, como es el caso del presidente de la Comisión de Defensa de la Duma, Vladimir Komoyedov, quien ha dicho recientemente que todo este despliegue estadounidense cerca de las fronteras rusas está dirigido contra Moscú.